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martes, 3 de septiembre de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XVIII): NOVENARIO AL SANTÍSIMO CRISTO DE PERDÓN. EDICIÓN DE 1879.

    Un año más, se aproximan las fiestas mayores de Tornavacas, las dedicadas a su patrón: el Cristo del Perdón. Si en anteriores entradas ya hemos hablado de cómo eran estas fiestas en el siglo pasado (1913, 1926 o 1960, por ejemplo) o de la primera imagen (calcografía) que se conserva del Cristo (1731), en esta ocasión vamos a hacerlo de una práctica religiosa que está directamente relacionada con estas fiestas: la novena.

    Como es habitual antes de las celebraciones centrales de las fiestas en su honor, los días previos se realiza la novena en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, templo que alberga la talla. La misma, año tras año, se celebra entre los días 5 y 13 de septiembre. El día 4, se reza el rosario y se realiza la puja para su posterior traslado desde su capilla hasta la zona próxima al Altar Mayor, lugar en el que permanece durante todas las fiestas.

    La devoción al Cristo del Perdón ya viene desde los siglos de la Edad Moderna (estando totalmente documentada ya en el siglo XVII) y la novena es una ceremonia que se viene haciendo en su honor también desde aquella época. Dentro de las ceremonias y rituales habituales de la Iglesia católica, una novena es, según la definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española, una "práctica religiosa, con oraciones y actos de devoción dedicados a Dios, la Virgen o los santos, que dura nueve días". Esta práctica, por tanto, está dedicada al Cristo del Perdón, al cual, el día 14, se le realiza la ofrenda central: el Ramo, una tradición religiosa que tiene la misma antigüedad que la devoción al Cristo.

    A lo largo de los años, han sido varios los novenarios utilizados en esta práctica religiosa. En esta ocasión, por su interés y por ser prácticamente desconocida hasta la fecha, dedicamos esta entrada a una edición que se utilizó durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX: un novenario editado en el año de 1879.

Portada del novenario

    Este se titula Novenario al Santísimo Cristo del Perdón, que se venera en su capilla propia de la Iglesia parroquial de la villa de Tornavacas y actualmente, el ejemplar mostrado, se conserva en el Archivo Municipal de Huelva (Fondo Díaz Hierro). Muy probablemente encargado desde la parroquia, fue compuesto por el religioso Dr. D. Francisco Perés y, por la investigación realizada en cuanto a su contenido, realmente es una adaptación del que el mismo religioso hizo para el Santísimo Cristo de Balaguer (provincia de Lérida). Impreso en Plasencia en la Imprenta de Ramos y León, tiene una extensión de 16 páginas en las que se recogen las oraciones y textos correspondientes para cada día y es, a fin de cuentas, un valioso documento que nos muestra la devoción que, desde hace siglos, los tornavaqueños tienen hacia su patrón.  

PD: Esta entrada se terminó de redactar el 3 de septiembre de 2024, día en el que se han cumplido diez años desde mi nombramiento como Cronista Oficial de Tornavacas.

viernes, 12 de julio de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XVI): ALGUNOS LUGARES, EDIFICIOS Y PROYECTOS DE CONSTRUCCIÓN DE LA TORNAVACAS DE 1890

    Tornavacas, antigua villa que cuenta con cientos de años de Historia, puede presumir, en la actualidad, de tener un excepcional Archivo Municipal en el que se conservan decenas de miles de documentos que nos ayudan a conocer mejor nuestro pasado y que, al fin y al cabo, son auténticos tesoros que nos hablan de cómo fue nuestro pueblo, así como la vida de sus gentes, en los siglos anteriores.

    De entre esas decenas de miles de documentos, por su interés, hoy traemos una serie de planos de la década de 1890 que nos hablan de edificios y lugares que son bien conocidos por todos.

PLANO 1. LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO EN 1891

    Este primer plano, elaborado en 1891, nos ayuda a conocer cómo era la Plaza del Ayuntamiento (hoy, oficialmente, Plaza Mayor) a finales del siglo XIX.

    Según lo que aparece en el mismo, en la parte de la derecha se encontraban la casa consistorial o Ayuntamiento (edificio ya reformado en el siglo XVIII) y la escuela de niñas y casa para la profesora (actual Hogar del Pensionista), edificio del que hablaremos en el siguiente plano. En el centro, se situaba la fuente, de la que salía tanto un desagüe como una conducción de agua para abastecer la escuela de niñas. Pegada a la pared exterior de la plaza (hoy Calle del Río), se situaba un lavadero de 1,5 m. de anchura donde, como el nombre de la construcción indica, los vecinos iban a lavar la ropa y otros objetos domésticos. El agua del lavadero procedía de la fuente, tal y como se refleja en el plano.

    A la izquierda, donde se nos indica el nombre de la calle ("Calle real") existían varias viviendas que ocupaban un mayor espacio del que ocupa ahora el edificio que existe (construido por Victoriano Navarro Merino en 1916), siendo, la plaza, por tanto, de menores dimensiones -en esta parte- que la actual.

PLANO 2. CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO DESTINADO PARA ESCUELA DE NIÑAS Y CASA PARA LA PROFESORA, 1892 (ACTUAL HOGAR DEL PENSIONISTA)

    En este plano se nos presenta la fachada principal del edificio, que hasta bien entrado ya el siglo XX sirvió como escuela de niñas y también albergaba, en la planta superior, la casa de los maestros. Su construcción se realizó durante los años siguientes a la realización de este plano y, pese a las reformas llevadas a cabo durante el siglo XX, tanto en su interior como en su exterior, la estructura de la fachada principal proyectada en 1892 es casi idéntica a la del edificio actual, ya destinado para Hogar del Pensionista y utilizada también su planta superior por la Asociación de la Tercera Edad para otras actividades.

PLANO 3. DISTRIBUCIÓN (PLANTA) DEL NUEVO CEMENTERIO DE LAS ESPOZAS, 1891

    Como ya contamos en una de nuestras anteriores entradas, el cementerio nuevo de las Espozas comenzó a funcionar en el año 1892 y vino a sustituir al anterior que, desde el siglo XVIII, se encontraba en la zona de El Pilón. En 1891 comenzaron a hacerse las obras del nuevo cementerio y el plano que aquí presentamos fue una propuesta inicial, no correspondiéndose en su totalidad con el proyecto finalmente realizado.

    Atendiendo a lo reflejado en este plano, en un principio se planteó hacer la capilla adosada a la fachada principal. Detrás de esta, iría el depósito de cadáveres. En el lateral izquierdo, se dejaba un espacio para el cementerio civil, es decir, en donde eran enterradas "las personas que no se hubiesen educado en la fe católica" o también, en ocasiones, las que morían de manera no natural. Como se observa en el plano, este cementerio civil, de pequeñas dimensiones, estaba aislado del resto del cementerio por un muro que lo separaba del resto del espacio, que es el que aparece descrito en el plano como "cementerio católico" y era donde se enterraba a la mayor parte de los difuntos. En la esquina lateral derecha, tenemos el espacio reservado al osario, es decir, el lugar en donde se depositaban los huesos que se sacaban de las sepulturas a fin de volver a enterrar en ellas y los restos óseos no identificados encontrados por diferentes lugares.

    Como vemos en el plano, en la ejecución final de la obra hubo algunas modificaciones con respecto al planteamiento inicial (ubicación de la capilla y del cementerio civil, sobre todo). 


Con la "subasta para la excavación y nivelación del cementerio" daban comienzo las obras de construcción del nuevo cementerio de las Espozas. Expediente de 1891. Archivo Municipal de Tornavacas.

PLANO 4. DISEÑO DE LA FACHADA PRINCIPAL DEL NUEVO CEMENTERIO DE LAS ESPOZAS, 1891

    En este cuarto plano observamos el detalle de cómo quedaría, en ese proyecto inicial, la fachada principal del nuevo cementerio con la capilla adosada a la misma y con dos puertas de acceso totalmente independientes: la de la izquierda daría al cementerio civil y la derecha al "católico", es decir, en el que eran enterradas la mayoría de las personas.

    Finalmente, tampoco se construyó tal y como muestra este plano, sino que la capilla -que sí se corresponde con la proyectada- se hizo ya en el interior del propio cementerio, quedando el cementerio civil en la parte trasera del depósito de cadáveres. 


Vista exterior de la puerta que daba acceso al cementerio civil (ya tapiada), situado en la parte trasera del depósito de cadáveres. Fotografía tomada el 2 de noviembre de 2013.

Vista interior de la puerta que daba acceso al cementerio civil (ya tapiada), situado en la parte trasera del depósito de cadáveres. Fotografía tomada el 2 de noviembre de 2013. 

Estado actual de la puerta que daba acceso al cementerio civil. Fotografía de junio de 2021.

jueves, 9 de noviembre de 2023

CONMEMORACIÓN DEL PASO DEL EMPERADOR CARLOS V POR TORNAVACAS. 10 Y 11 DE NOVIEMBRE DE 2023.

Tornavacas celebra, un año más, su ya habitual recepción al emperador Carlos V, que tendrá lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2023.

Para ello, el Ayuntamiento tornavaqueño ha diseñado un programa de actos, enmarcados en la programación oficial de la Otoñada 2023 en el Valle del Jerte, que incluye con actividades para todos los públicos.


 

VIERNES 10

17:00h: Inauguración exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

Jornadas históricas sobre el emperador Carlos. Casa de Cultura.

18:00h: Presentación e inauguración de las jornadas.

18:15h: Ponencia de Juan Pedro Recio Cuesta, historiador y cronista oficial de Tornavacas: El Valle del Jerte y la villa de Tornavacas en la época del emperador Carlos V.

19:00h: Ponencia de Iván Hernández Montero, historiador del arte: Los estilos artísticos europeos en las representaciones visuales del emperador Carlos.

19:45h: Charla-coloquio con asistentes y cierre de las jornadas.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.


SABADO 11

10:00h: Visita guiada a Tornavacas y al interior de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por Juan Pedro Recio Cuesta. Inscripción previa en lascarceles@tornavacas.es o en el teléfono 681 914 609


10:30h - 11:30: Rincón de Cuentacuentos infantil con Flori. El Corralón. Calle Real de Abajo, 20.

A partir de las 11:00h. Exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

11:00h - 16:00h: Jornada de puertas abiertas. Centro de Interpretación Las Cárceles. Ayuntamiento de Tornavacas.

11:00h: Mercado Imperial con puestos de artesanía y productos de la zona. Música y animaciones por Kamaru Teatro. Inmediaciones de la Iglesia y de la Plaza del Ayuntamiento.

12:00h: Desfile recibimiento del emperador Carlos con población local y Kamaru Teatro. Calle Real de Arriba, Puente Cimero, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

12:30h: Discurso del Emperador con Kamaru Teatro y grupo infantil de baile de Tornavacas. Plaza de la Iglesia.

A partir de las 13:00h: Pinchos tradicionales elaborados por asociaciones locales (Asociación de Mujeres Renacer, AMPA y Asociación de Montaña y Senderismo). Gran Calbotada Popular (Asociación de Mayores).

14:00h: Cata de Gloria + Cata de poemas de Gloria Fuertes (Club de Poesía de la Biblioteca de Tornavacas).

16:00h: Concierto de música antigua por parte de Hexacordo. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Entrada libre hasta completar aforo.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

Fuente: https://www.otonadavalledeljerte.com/carlos-v/ 

domingo, 17 de septiembre de 2023

HISTORIAS DE TORNAVACAS (IX): LAS FIESTAS DEL CRISTO DEL PERDÓN Y LA FERIA DE SAN MATEO (1926)

    Tornavacas celebra, un año más, sus fiestas más importantes y esperadas dentro del calendario anual: las del Cristo del Perdón, patrón de la localidad, y la feria de San Mateo.

    En anteriores entradas ya hemos echado la vista atrás para recordar cómo fueron dichas fiestas en el año de 1913 o de 1960, conociendo el programa de actos así como datos de interés sobre, entre otros aspectos, los establecimientos y negocios locales. En esta ocasión, vamos a realizar un nuevo viaje al pasado para retroceder hasta los días festivos del año de 1926.

    Pero antes de narrar cuáles fueron las celebraciones realizadas en aquel año, vamos a ofrecer una imagen general de cómo era la Tornavacas de la década de 1920, esto es, de hace un siglo. En primer lugar, hay que destacar que en la década previa, la de 1910, en Tornavacas se realizaron importantes obras que fueron, poco a poco, cambiando el aspecto de la antigua villa, la cual apenas había sufrido transformaciones importantes en su urbanismo desde el siglo XVIII. En este sentido, hay que citar varias realizaciones que modificaron sustancialmente el urbanismo tornavaqueño: se acabó de construir la carretera, en nuestro término municipal, que unía a Plasencia con Barco de Ávila (actual N-110), teniendo ya una vía de comunicación adaptada a los diferentes tipos de vehículos que comenzaban a hacer presencia en las carreteras españolas; también, se construyó el camino vecinal (actual Avd. de la Constitución) que se hizo para conectar la Plaza de la Iglesia con la mencionada carretera, lo que llevó consigo la reducción, a casi la mitad de su dimensión original, del atrio de la Iglesia; y, por último, destacar también que se construyó el nuevo cementerio de las Espozas debido al crecimiento que estaba experimentando el pueblo en la zona cercana a El Pilón, que es donde estaba situado el cementerio viejo.

Fotografía de 1928. Colección de José Luis Domínguez Sánchez. Iglesia, plaza y atrio, ya reducido, tras la obra de 1917.

    La década de 1920, cuando la antigua villa contaba con algo más de 1.500 habitantes y como ya recogimos en nuestro estudio "Tornavacas (1927-2017): 90 años de cambios y transformaciones", también trajo importantes novedades a Tornavacas. A mediados de la misma se instaló el Puesto de la Guardia Civil -algo frecuente en aquella época en lugares de límite provincial como es nuestro caso-. En 1926, año al que dedicamos esta entrada, el municipio pasó a formar parte del Partido Judicial de Plasencia (dejando de pertenecer a Jarandilla) y también se finalizó la construcción de la pequeña central hidroeléctrica situada en la Garganta de Becedas (lo que hoy conocemos como “Casa de la luz”), que comenzó a suministrar luz eléctrica a nuestro pueblo, aunque muy escasa e irregular en estos primeros años de funcionamiento. También de esta década proceden algunas de las fotografías más antiguas tomadas en nuestro pueblo y ya comenzaron a preocupar a las autoridades locales algunos accidentes de tráfico que ocurrieron en la recién construida carretera que unía a Plasencia y Barco de Ávila (de manera especial en el tramo del Puerto).

Fotografía (década de 1920) de la carretera Plasencia-Barco de Ávila tras su construcción, aún sin pavimentar   




Vista exterior de la "Casa de la Luz", un edificio cuya infraestructura ha proporcionado luz eléctrica a Tornavacas durante algo más de 40 años y que actualmente se encuentra en un preocupante estado de conservación.

    Realizada ya esta introducción general a la Tornavacas de hace 100 años -para mayor información de aquella época, remitimos de nuevo a nuestro estudio que se inicia en 1927- vamos a centrarnos ahora en las fiestas y ferias del año de 1926.

    Según la crónica publicada en el periódico Nuevo Día. Diario de la provincia de Cáceres (24/09/1926), tras realizarse la novena dedicada al Santísimo Cristo la semana previa y finalizando esta el día 13, el 14 de septiembre dieron comienzo los festejos en su honor. A primera hora, "la alegre y popular dulzaina" realizó un recorrido por toda la Calle Real para anunciar la llegada de las fiestas. A las 10, "celebróse solemne misa de diáconos, cantada por un coro de bellas y simpáticas señoritas", que fue oficiada y presidida por "el presbítero don Antonio Buenadicha Sánchez, el que por primera vez era oído en este pueblo, del que es natural". Una vez terminada la misa, "se cantó el ramo, que abarrotado de dulces y frutas, se procede a rifar entre los feligreses". Por la tarde y por la noche, se celebraron "animadísimos bailes". 

    El 15, "día de fiesta religiosa también, cantada magistralmente por las mismas jóvenes [que el día anterior], y animadísimos bailes de salón y de dulzaina". Estos mismos actos se repitieron el día 16.

    Ya el día 17 los festejos se trasladaron a la Plaza Nueva, que servía de lugar para los festejos taurinos. Remodelada en el año de 1864 (cuando se recrecieron los muros, adquiriendo su forma actual), allí se celebró "una novillada, viéndose abarrotada la plaza, no solo de tornavaqueños, sino de los pueblos de Jerte, Cabezuela, Casas del Puerto [de Tornavacas], y varios más". La novillada, refleja la crónica, "resulto bien, y solo hubo que lamentar un varetazo y una herida leve, al diestro encargado de pasaportar al bicho [novillo], que hubo que echar al corral". Finalizado el evento taurino, "por la noche, música, bailes, cohetes, etc., cuyos espectáculos se vieron animadísimos, dando fin a las fiestas el día 18 por la noche, reinando en todo la más completa cordialidad y armonía".

    Tras la celebración de las fiestas en honor al Santísimo Cristo, llegaron las ferias de San Mateo, destacando, como celebraciones características, la feria de ganado celebrada en la Plaza Nueva (o "corral del concejo", como era oficialmente conocida) y el ofertorio de ánimas llevado a cabo por la Cofradía del mismo nombre y al que ya en anteriores entradas nos hemos referido. Por el interés de la crónica que hace referencia a estos eventos, la reproducimos a continuación:

"El día 21 por la mañana, se comenzó a sentir el ajetreo natural de los días de feria, que coincidiendo con las fiestas de San Mateo, a cuyo santo reverencia y festeja la Cofradía de Ánimas, nos anunció con alegre pasacalle la castellana dulzaina.

El rodeo estuvo animado el primer día, lo mismo de ganado de todas clases que de concurrentes a compraventas y curiosos. El segundo día [22] también se vio extraordinaria concurrencia, a pesar de lo agreste del terreno y del calor asfixiante que tenemos, impropio del clima acostumbrado en este pueblo, lo que nos acarrea numerosas enfermedades, a causa de la sequía. Se hicieron numerosas transacciones, principalmente en el ganado cabrío y de cerda, notándose en este último, una considerable baja[da] de precios y ofertas a granel.

El día 23, también se vio bastante concurrido el real de feria, realizándose muchas transacciones.

Por las tardes de los días 21 y 22, tuvo lugar en la plaza de la Iglesia, el clásico ofertorio, en el que rivalizaban mozos y mozas en las pujas de los riquísimos buñuelos, que con los sabrosos pollos y el [vino] blanco peleón se preparaba para terminar las fiestas".

jueves, 14 de septiembre de 2023

HISTORIAS DE TORNAVACAS (VIII): LA CAPILLA E IMAGEN DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL PERDÓN EN UN GRABADO DE 1731.

    La Iglesia de Tornavacas puede presumir de tener una Historia de siglos y de ser una de las más antiguas no solamente del valle, sino también de otros espacios del norte de Extremadura. El documento más antiguo que menciona a la Iglesia tornavaqueña es nada más y nada menos que una bula papal de Gregorio IX que data del año 1.235, pocas décadas después de fundarse el Obispado de Plasencia. Este documento hace referencia a un litigio planteado por este Obispado con el de Ávila, al cual pertenecía Tornavacas. Esta bula acabó resolviendo que Tornavacas debía pasar a la recién creada Diócesis placentina, desligándose así de la abulense.

    En el transcurso del tiempo desde este siglo XIII, la Iglesia ha sufrido diferentes reformas y ampliaciones hasta llegar al estado en la que todos, hoy, la conocemos. Su estructura actual (tanto interior como exterior), data de la gran última reforma impulsada en las últimas décadas del siglo XVII (1680-1690) -cuando Tornavacas crecía económicamente, en población e importancia- por el párroco Tomás Sánchez de la Torre, quien está enterrado en la Iglesia, a los pies del retablo de San Antonio.

    Pocas décadas después de llevarse a cabo la reforma estructural del templo, se construyó la capilla para acoger la imagen del Cristo del Perdón, lo que tuvo lugar en la década de 1720. La devoción que ya profesaban los tornavaqueños del siglo XVIII a su patrón, aprovechando una favorable coyuntura de prosperidad económica en la villa, les llevó a construir esta capilla expresamente destinada a la talla del Cristo, que con anterioridad solía estar ubicada en la zona del Altar Mayor. La capilla acabó de constuirse en el año de 1723, que es cuando se instaló la verja que la separa de la nave principal -dicha fecha está grabada en la verja, más concretamente en el cerrojo de su puerta-.

    Hoy, en esta nueva entrada, proporcionamos y analizamos una calcografía, que data de 1731, de la talla del Santísimo Cristo que no es inédita, pues ya apareció publicada en 2005 en el libro de Flores del Manzano (El patrimonio artístico-religioso de la villa de Tornavacas. Iglesia parroquial y ermitas), que le fue proporcionada por la familia Núñez Sánchez, y la misma también se ha conservado en contados domicilios particulares de algunos tornavaqueños. El original de esta calcografía, del que se reprodujeron estampas, se encuentra custodiado en la Calcografía Nacional, que depende directamente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Concretamente, esta calcografía pertenece a la colección de Antonio Correa, quien, en el pasado siglo y durante más de 50 años, llevó a cabo la hercúlea tarea de recopilar, en librerías y/o anticuarios, estampas, grabados y otros materiales similares.

Imagen de la calcografía

    Esta calcografía que se dedica al Santísimo Cristo del Perdón, es un grabado realizado por un autor apellidado Pérez y tiene unas dimensiones de 305 x 195 mm. Es una imagen idealizada (es decir, no representa al 100% cómo era realmente) tanto del Cristo como del retablo-baldaquino que lo acoge (y que debió ser construido a finales de la década de 1720) así como de los elementos que aparecen a su alrededor (querubines, telas...). En el texto que aparece al pie, podemos leer: "V[erdadero] r[etra]to del Santísimo Christo del Perdó[n] que se ve[nera] en la parroq[uia] de la v[illa] de Tornabacas, Obispado d[e] Plasencia. Costeola un deboto de su M.G. Año d[e] 1731. El Em[imentísimo] Cardenal D. Diego de Astorga concede cien días de yndulg[encias] a todas las pers[onas] por cada vez q[ue] rez[en] una ... [ilegible].

    La primera parte del texto hace referencia a la descripción del Cristo, mientras que la segunda es una fórmula religiosa bastante común utilizada durante el siglo XVIII -la de la indulgencia- para el perdón de los pecados de los fieles que realizaran algún tipo de rezo (Padrenuestro, Salve...) u oración delante de la estampa del Cristo.

    En posteriores publicaciones trataremos el posible origen de la talla del Cristo, más allá de la leyenda ya conocida por todos. Gran parte de las averiguaciones realizadas hasta ahora, nos llevan hasta el siglo XVI. Seguiremos informando.

martes, 1 de noviembre de 2022

HISTORIAS DE TORNAVACAS (IV): LOS ANTIGUOS CEMENTERIOS DE TORNAVACAS

    Tornavacas, por fortuna, es un pueblo con unas tradiciones muy arraigadas y apreciadas por sus habitantes. Una de ellas, tiene que ver con honrar y recordar a sus difuntos: el toque de ánimas, una tradición centenaria que se sigue manteniendo en la actualidad, día tras día, y que es un recuerdo muy vivo de la ya desaparecida Cofradía de Ánimas, que, en siglos pasados, desempeñó una importante función para los difuntos y sus familiares.

    Con motivo de la festividad de los Fieles Difuntos que, acorde al calendario litúrgico, se celebra cada 2 de noviembre, hoy vamos a dedicar unas líneas a hablar de los antiguos cementerios de Tornavacas

    Teniendo en cuenta que Tornavacas es el pueblo con la Historia más extensa de toda la comarca del Valle del Jerte, este relato comienza en el siglo XIII, cuando ya tenemos constancia de que la Iglesia estaba construida. A su alrededor, en la actual Plaza de la Iglesia, estuvo el primer cementerio, el cual funcionó desde este siglo XIII hasta finales del siglo XVIII, es decir, algo más de 500 años. El espacio que es hoy Plaza de la Iglesia, durante estos siglos, estaba ocupado por un atrio de enormes dimensiones, que fue reducido en 1917 y eliminado definitivamente en 1968. En este espacio y en su alrededor más inmediato, es donde se llevaba a cabo el enterramiento de los difuntos. Durante estos siglos de la Edad Media y Moderna, se consideraba que había que tener a los muertos cerca de los vivos y cerca también de la casa de Dios, que es la Iglesia. De este primer cementerio tornavaqueño no queda resto material alguno, pero testimonios de paisanos cuentan que cuando se ha hecho alguna obra en la que se ha tenido que mover grandes cantidades de tierra (especialmente cuando se puso el alcantarillado o se han realizado obras para los desagües), han aparecido restos óseos de los cadáveres enterrados en este primer cementerio. Los enterramientos aquí realizados eran muy diferentes a los que conocemos en la actualidad. Una simple cruz de madera señalaba el lugar en donde había sido enterrado el cuerpo, al que antes se le solía "amortajar" con un sudario blanco o, con menor frecuencia, introducirlo en un sencillo ataúd de madera.

La línea roja indica las dimensiones del atrio antiguo

    A finales del siglo XVIII (década de 1790, aproximadamente) se decidió trasladar el cementerio a un lugar más alejado del centro de la villa. Las razones fueron variadas. Tornavacas había crecido a lo largo de las décadas comprendidas entre 1720 y 1760, tanto en construcciones como en población. Además, durante el reinado de Carlos III, se publicó una Real Cédula (1787), por la que se ordenaba sacar los cementerios de los centros de las poblaciones, pues eran lugares que influían negativamente en la salud pública (olores, animales que escarbaban en las sepulturas...)  y también suponían focos de enfermedades o epidemias (de ahí que muchas construcciones, tanto en su interior como en su exterior, estuvieran encaladas, pues la cal servía para proteger a los edificios y, sobre todo, a los que permanecían en su interior). También hay que tener en cuenta que poco a poco fue apareciendo una nueva mentalidad que iría difundiéndose en las décadas posteriores hasta llegar a ser la dominante a día de hoy: alejar a la muerte de la vida cotidiana (de ahí que los actuales cementerios y los tanatorios, en donde ya prácticamente todo el mundo vela a sus difuntos, sean espacios que están retirados de los núcleos de población).

Plano de Tornavacas (1798)

    Pero volvamos a nuestro relato. ¿Dónde se decidió trasladar el cementerio que hasta entonces había estado en la Plaza de la Iglesia? El nuevo emplazamiento elegido fue la actual Plaza de El Pilón, una zona que por aquel entonces (finales del siglo XVIII, recordemos) estaba retirada de las viviendas. Y aquí estuvo en funcionamiento ese segundo cementerio tornavaqueño hasta los últimos años del siglo XIX (1892), cuando se plantea la necesidad de reubicarlo en un nuevo espacio, al actual sitio de las Espozas, pues, en donde estaba, se estaba quedando pequeño -los enterramientos comenzaban a ocupar más espacio que en épocas pasadas- y en pocos años iba a tener construcciones muy cerca. Para conocer más detalles de este cementerio de El Pilón, es interesante la información que aparece en las Actas de pleno municipales, en la sesión del 31 de julio de 1910:

"la apertura del nuevo cementerio al sitio de las Espozas y clausura del viejo al sitio del Pilón, tuvieron lugar [el] 29 de mayo de 1892, desde cuya época hasta la fecha han transcurrido diez y ocho años y dos meses verificándose desde entonces todos los enterramientos en el nuevo cementerio y ninguna inhumación en el viejo mencionado".

    El Ayuntamiento de Tornavacas, estando ya en funcionamiento el nuevo cementerio de las Espozas desde 1892, en donde se construyó también la capilla hoy existente, planteaba la necesidad "de la traslación de los restos mortales existentes en el viejo cementerio clausurado al sitio apropiado", pues el viejo cementerio del Pilón se encontraba ya en mal estado, especificando que:

"dado el mal estado en que se encuentran las paredes del viejo cementerio, la broza y maleza que en el mismo se ha desarrollado, constituyendo las reparaciones y cuidados de él un gravamen para el Municipio a la vez que la posibilidad de focos de infección para el vecindario por estar tan inmediato a éste".

    Tras esta exposición de motivos, desde el Ayuntamiento se señalaba la conveniencia del traslado de los restos mortales y de la eliminación total del viejo cementerio de El Pilón. Se indicaba, en lo que respecta al traslado de los restos, que esta sería "una operación fácil por tratarse de una monda y limpia en que solamente pueden hallarse huesos enteramente secos y que con ello no se perjudica a la higiene pública". Además, reforzaba esta opción el hecho de que en el viejo cementerio no existían "panteones, nichos, losas, lápidas, ni ningún derecho adquirido que con ello se relacione". En lo referente a la eliminación total del viejo cementerio de El Pilón, que aún existía en 1910 pero sin realizarse ya enterramientos en él desde 1892, el Ayuntamiento defendía esta decisión basándose en los siguientes argumentos: 

"la Corporación estima beneficioso para los intereses locales al intento de mejorar las condiciones de urbanización y salubridad en la parte de la población que limita junto al cementerio viejo, que una vez que se haya obtenido la autorización para la limpia y monda y traslado de los restos mortales al nuevo y esto verificado, se pueda destinar el perímetro que aquel ocupa a la edificación, como solar, aprovechable y sobrante de la vía pública, para hermosear u hacer más sano e higiénico el sitio en que se halla enclavado y sus alrededores".

    Así pues, en este mismo año de 1910 se inició el expediente y el proceso para trasladar los restos mortales aún existentes en el viejo cementerio municipal situado en "El Pilón" al nuevo que se había habilitado en la zona de "las Espozas". Esta operación, que tuvo que contar con la autorización tanto del Gobierno Civil como del Obispado, se inició en el citado año de 1910 y las labores de traslado de restos y limpieza del viejo cementerio municipal se extendieron hasta 1913, tal y como consta en el expediente que se encuentra en nuestro Archivo Municipal y cuya portada se muestra a continuación.

Expediente de traslado del cementerio. Archivo Municipal de Tornavacas.

    Así pues, el actual cementerio que todos conocemos y que, por estas fechas, presenta una concurrida asistencia, lleva ya siendo algo más de un siglo el lugar de reposo eterno de nuestros difuntos. Y también tiene historias dignas de contar relacionadas con la pequeña casa que hay detrás de la capilla, con la cruz de piedra que existe en su parte central o con las lápidas más antiguas del mismo, entre otras. Pero esas ya las dejamos para otra ocasión.

Ubicación del actual cementerio de Tornavacas. Octubre de 2022.