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jueves, 28 de marzo de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XI): EL ACCIDENTE DEL AVIÓN ALEMÁN EN EL CALVITERO EN 1937 (I)

    La Guerra Civil de 1936 a 1939, un conflicto que tuvo para España unas consecuencias devastadoras (elevado número de pérdidas de vidas humanas, destrucción material...), no pasó desapercibida en el Valle del Jerte

    En nuestra comarca no se produjeron acciones de guerra considerables, al quedar la práctica totalidad de la misma, en los primeros compases del conflicto, bajo el control de las fuerzas del bando sublevado el 18 de julio de 1936 y encabezadas por Franco. Ello fue debido a la acción de los falangistas locales y de las fuerzas armadas que se posicionaron del lado de Franco (parte de la Guardia Civil y del Ejército), que en pocos días auparon a las instituciones locales a personas afectas al nuevo Estado que pretendían implantar.

    Pero sí es necesario destacar que la guerra sí se dejó sentir en otros aspectos. Por ejemplo, en el ir y venir de convoyes militares por la entonces carretera de Plasencia a El Barco de Ávila, en el sabotaje de algunas infraestructuras de la comarca por parte de personas que militaban en diferentes partidos o sindicatos de izquierdas (como el caso del puente de la Garganta de Becedas), en los ciertos conatos de resistencia que se dieron en diversas localidades o, siendo esta la más trágica, en los paisanos que perdieron su vida combatiendo en el frente (en ambos bandos) y en la violencia practicada (asesinatos o encarcelamientos) por las fuerzas sublevadas en julio del 36 sobre personas de izquierda de nuestra comarca, algo de lo que aún queda mucho por conocer, pero que ha sido un tema estudiado muy recientemente por el ya fallecido profesor Fernando Flores del Manzano, cabezueleño al que mucho debemos en el conocimiento de la Historia de nuestra comarca. En su trabajo "Episodios represivos en el Valle del Jerte durante la Guerra Civil (1936-1939)" (páginas 381-406), que ha sido publicado a finales de 2023 y cuya lectura recomendamos, se tratan estos pormenores.

    Realizada esta contextualización inicial, el hecho que protagoniza esta entrada está directamente relacionado con la Guerra Civil y con ese ir y venir de fuerzas militares que en ella participaron desempeñando diferentes funciones. El bando encabezado por el general Franco, que se levantó en armas el 18 de julio de 1936, no estuvo solo en la guerra que inició contra el Gobierno de la República. Y es que, pasadas ya varias décadas de la finalización del conflicto, diversas investigaciones han demostrado, con datos objetivos e irrefutables, que el bando de Franco contó con el apoyo económico, militar y logístico de la Alemania de Adolf Hitler y de la Italia de Benito Mussolini (al igual que la República contó con el apoyo de la U.R.S.S. de Stalin). Fue, por tanto, una guerra civil ocurrida en España pero que tuvo amplias implicaciones y repercusiones internacionales.

    Por parte de la Alemania nazi, entre otros recursos, el régimen de Hitler envió a España, para auxiliar al bando de Franco, cientos de aviones militares. La famosa Legión Cóndor, que protagonizó bombardeos como el de Guernica (abril de 1937), tuvo importancia, a nivel militar, por las operaciones realizadas. De esos aviones alemanes llegados hasta España que surcaron nuestros cielos, ciudades, pueblos y campos, muchos cumplieron con la misión que tenían encomendada, pero decenas de ellos tuvieron siniestros y sus tripulantes perdieron la vida.

    Y así sucedió en el acontecimiento al que dedicamos esta entrada. Por informaciones ya publicadas por Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de Plasencia, en el boletín digital Trazos, y por el investigador hervasense Pedro Emilio López Calvelo, sabemos que un avión alemán, Junker, cuando realizaba un servicio de transporte de correo, se estrelló en las inmediaciones del Calvitero, el punto más alto de Extremadura, el 16 de enero de 1937

Modelo de Junker protagonista del siniestro


     Días después de ocurrir el suceso y ya teniendo constancia de ello las autoridades, desde el Puesto de la Guardia Civil de Jerte, con fecha 29 de enero, se circulaba un oficio, firmado por el Capitán Higinio Gómez Franco, en el que se prohibía terminantemente subir a la zona del Calvitero a ninguna persona, desde ningún pueblo, "que no sea [de] la Comisión encargada de este servicio en el pueblo de Jerte", que era la única autorizada para iniciar, desde aquel pueblo, las labores de búsqueda. Además, puntualizaba que se estaban esperando órdenes del "alto mando" para recuperar los restos del avión siniestrado así como a sus tripulantes. 

Circular emitida desde Jerte. 29 de enero de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Esta prohibición de subir a la zona del siniestro se siguió circulando, en repetidas ocasiones, durante los meses posteriores al siniestro, pues con fecha 16 de febrero, también desde Jerte, el mismo Capitán de la Guardia Civil, Higinio Gómez Franco, informaba al Ayuntamiento de Tornavacas que se había recibido una orden de "que ninguna persona suba a la Sierra y Pico denominado "CALVITERO", sitio "REGAJO DE LAS VACAS", donde se hallan los restos de un Aparato trimotor Junkers del desgraciado accidente de aviación ocurrido el día 17 del próximo pasado mes de enero", tal y como observamos en el documento que aparece debajo de estas líneas y que hemos localizado en el Archivo Municipal de Tornavacas. Además, se ordenaba hacer pública, mediante bando, esta orden "para que por nadie pueda alegarse ignorancia de lo dispuesto, ya que los restos del Aparato están bajo la custodia y protección de la Falange Local de Jerte desde que ocurrió referido accidente".

Circular emitida desde Jerte. 16 de febrero de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Un documento muy similar al anterior en cuanto a su contenido, emitido desde la Jefatura Local de Falange de Jerte, también ha sido hallado por el investigador López Calvelo, ya fechado el 8 junio de 1937, en sus búsquedas en el Archivo Municipal de Hervás. Este documento también se halla en el Archivo Municipal de Tornavacas y viene a ser muy similar, en su contenido, a la orden emitida desde Jerte en febrero de 1937. En esta nueva circular, firmada por el Jefe Local interino de Falange de Jerte, Rodrigo Cepeda, en el que se señala que la fecha del accidente fue el día 16 de enero, se reiteraba la absoluta prohibición de acceder a los sitios mencionados en la circular anterior. A tal fin, instaba a las autoridades a "tomar las medidas y dar las órdenes oportunas para que ninguna persona y bajo ningún pretexto se permita ir a los lugares indicados sin la autorización de esta Organización local". Y la advertencia que lanzaba a quien incumpliera y/o desoyera esta orden era contundente, señalando que los "contraventores de estas órdenes serán detenidos y puestos a disposición de la Autoridad Militar". Así pues, el mensaje que se enviaba a la población era muy claro: nadie, sin contar con el permiso expreso de la Falange Local de Jerte o del Alto mando militar, se debía aventurar a ir a la zona en donde había ocurrido el siniestro.

Circular emitida desde la Falange Local de Jerte. 8 de junio de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Siguiendo con la reconstrucción de lo sucedido en los meses posteriores, Pedro Emilio López Calvelo proporciona un documento muy interesante, en el que se informaba que el 6 de agosto de 1937, un guía de veraneantes de Hervás que subió a la sierra acompañando a unos excursionistas, declaraba que:

"al llegar al sitio denominado El Torreón el exponente encontró a una distancia de doscientos metros del lugar precitado los restos de un aparato de aviación cogiendo el que suscribe un tubo de hierro gravado con la marca Junker y la cifra 11, 1 kilogramos  y número 1.677 y fecha 11-1-36 que entrega en este acto manifestando igualmente había cables y demás restos esparcidos por el suelo"

    Meses después del suceso, por tanto, se encontraban los primeros restos del avión siniestrado, que se enviaron inmediatamente al Gobierno Militar de Cáceres, pues esta institución así lo había solicitado. En cuanto a sus tripulantes, que eran seis y cuyos nombres conocemos también gracias a las indagaciones de López Calvelo, debieron morir en el lugar, no ya debido al impacto sino de frío, pues las condiciones meteorológicas de ese invierno fueron muy rigurosas, encontrándose el lugar completo de nieve y con temperaturas bajo 0º. En enero de 1937, guiándonos por los testimonios orales de algunos paisanos tornavaqueños ya recogidos hace tiempo que nos relataron las condiciones meteorológicas que recordaban de aquellos días (o que habían escuchado contar a sus mayores), se dieron varias jornadas de densas nieblas que impedían tener una visibilidad adecuada, siendo este, muy seguramente, el principal motivo que desencadenó el accidente del avión. Estos mismos testimonios orales también recordaban haber escuchado que los cuerpos de los alemanes fueron hallados, ya sin vida ("muertos de frío" o "congelados"), en el lugar del siniestro.

    En Tornavacas y Jerte este hecho ha sido siempre muy recordado y aún perdura en la memoria y recuerdos de no pocos paisanos, pues varios vecinos de ambos pueblos hicieron batidas por la sierra para ayudar a ubicar el lugar exacto del siniestro y para localizar los restos del avión. Por los testimonios orales, sabemos que en Jerte fueron custodiados también varios fragmentos del avión que fueron bajados, hasta allí, desde la sierra. Allí fueron trasladados también los cuerpos, ya sin vida, de los alemanes. Pasado ya un tiempo del suceso, paisanos de Jerte y Tornavacas siguieron subiendo a la zona del accidente y encontrando chapas, pequeños restos y otros efectos del avión y de sus tripulantes, conservándose algunos, hasta tiempos muy recientes, en domicilios particulares. Testimonios de paisanos que tenían ganado por la zona (cabras, vacas...) o que habitualmente la frecuentaban, también recuerdan haber visto algunos pequeños restos del aparato hasta tiempos bastantes recientes (década de 1960 y 1970).

Alrededores del Calvitero/El Torreón. Agosto de 2023.

    Por la investigación de López Calvelo, en donde cita un libro sobre la Historia de Béjar, sabemos que, al menos, otros dos aviones alemanes se estrellaron en otros lugares de la Sierra de Gredos también durante la Guerra Civil, aunque en los términos de localidades ya salmantinas, próximas a Tornavacas: La Hoya y Cantalgallo. En esta publicación que aborda la historia bejarana, es donde se cita el modelo de avión Junker (JU-52) que se estrelló en el Calvitero  y cuya imagen puede observarse en la parte superior de los párrafos anteriores.

    Pero esta historia no acaba aquí, sino que 20 años después del accidente, en agosto de 1957, ya en un tiempo lejano a la guerra pero en el que el suceso aún seguía muy presente en la memoria colectiva, se celebró un acto-homenaje, en memoria de los aviadores que perdieron allí la vida, en el mismo lugar en el que sucedió el siniestro: el Calvitero. Pero esa ya es otra historia, directamente relacionada con la Historia más reciente de Tornavacas, de la que nos ocuparemos en posteriores entradas.

Nota: agradecemos los testimonios orales aportados por Luis Pérez Cepeda, Luis Buezas Rodríguez (vecinos de Jerte) y Felipa Cruz Jiménez (Q.E.P.D.), Marco A. Benito y Carmen García (de Tornavacas), muy valiosos para conocer con mayor detalle este suceso.



lunes, 12 de febrero de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (X): LA LLEGADA DE LA LUZ ELÉCTRICA A TORNAVACAS

    En el año de 2019 se cumplieron cien años de un acontecimiento que marcó un antes y un después en nuestra historia reciente y que impulsó el desarrollo moderno (económico, social...) de nuestro pueblo: la llegada de la luz eléctrica.

    En este acontecimiento, hay una protagonista indiscutible y esta no es otra que la Central Hidroeléctrica construida en las cercanías de la Garganta de Becedas, por todos conocida como la "Casa de la Luz", una construcción, hoy un tanto descuidada y olvidada por el paso del tiempo, cuya importancia pretendemos rescatar aquí y que será la protagonista de una serie de entradas en este blog, siendo esta la primera. 

Vista general de la fachada exterior de la "Casa de la Luz"

    La "Casa de la Luz", en donde, a través de un proceso mecánico, la fuerza del agua procedente de la garganta se convertía en energía eléctrica, comenzó a surtir luz eléctrica en el año de 1919. En los años anteriores (década de 1910) se procedió a su construcción y a la instalación de la infraestructura necesaria (tendido eléctrico, transformador en el pueblo...), que hizo posible transportar esta energía desde su lugar de origen hasta el pueblo (existiendo, desde un punto a otro, una distancia de algo más de 3 kilómetros). 

    En el año de 1925, se renovó, entre el Ayuntamiento de la villa y el primer propietario e impulsor de la "Casa de la Luz", Cándido Álvaro Benito, vecino de El Barco de Ávila, el contrato de suministro de fluido eléctrico para el alumbrado público de Tornavacas que ya estaba en vigor desde 1919, cuando se acordó entre ambas partes el primer contrato de suministro de fluido eléctrico para la población. En este contrato, que tenía una duración inicial de cinco años (hasta el 31 de diciembre de 1930), el adjudicatario se comprometía a suministrar "el fluido eléctrico necesario para cincuenta y siete lámparas de filamento metálico" que se instalarían en diversos espacios de la vía pública (Calle Real y Camino vecinal), así como en las "escuelas [de niños y de niñas], Ayuntamiento y dependencias del mismo". El Ayuntamiento se comprometía a pagar 1.600 pesetas anuales, a trimestre vencido, por este servicio. En principio, el suministro debía estar garantizado "en todo tiempo diez minutos después de la puesta de sol hasta quince minutos antes de su salida". En la práctica, como veremos en posteriores entradas, esto no siempre se cumplía. Este alumbrado de luz eléctrica sustituyó al que existía de faroles de aceite de petróleo, los cuales se ubicaban en diversos lugares estratégicos de la vía pública desde la década de 1850. Unos faroles que, en 1916, aún se utilizaban como alumbrado nocturno en algunas calles de la villa, como así se indica en el libro de actas del Ayuntamiento en sesión celebrada el 7 de mayo de 1916.

Contrato del alumbrado público para Tornavacas, que ya estaba en vigor desde 1919. Año de 1925

    De esta manera, al igual que sucedió en otras poblaciones de nuestro entorno también por esta misma época, con la construcción de importantes centrales como la de Solana de Ávila y otras más modestas en Jerte o Cabezuela, llegaba la luz eléctrica a nuestro pueblo, aunque, obviamente, sus características eran muy diferentes a la luz de la que disfrutamos hoy día. Y es que, el suministro inicial solamente daba para mantener unas horas encendidas dichas lámparas -y normalmente por la noche- y, en no pocas ocasiones, la potencia con la que llegaba la luz era insuficiente para cumplir con su función, sobre todo, en el verano -cuando el caudal de agua de la garganta mermaba considerablemente- y, más aún, cuando esta comenzó a ser utilizada, años después, en casas particulares por nuestros vecinos. Pero eso ya es otra historia que retomaremos en entradas posteriores.

NOTA: Esta entrada ha sido actualizada el 26 de diciembre de 2024 debido a la nueva documentación hallada en el Archivo Municipal de Tornavacas, donde se ha localizado el primer contrato de alumbrado público suscrito entre el Ayuntamiento de Tornavacas y el primer propietario e impulsor de la central hidroeléctrica, Cándido Álvaro Benito, que se encuentra recogido en el libro de actas de la Junta Municipal en la sesión celebrada el 25 de junio de 1919.

viernes, 26 de enero de 2024

CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA. VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)". PLASENCIA, 25 DE ENERO DE 2024

    En la tarde del jueves 25 de enero, comenzando el acto a las 20:00 h. en la Sala capitular (De profundis) del Parador Nacional de Turismo de Plasencia, tuvo lugar la presentación del libro Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873).

    En el acto intervinieron, en el siguiente orden, Juan Carlos López Duque, Presidente de la Asociación Cultural Placentina "Pedro de Trejo"; María Luisa Bermejo Grande, Concejala de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Plasencia y Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de la ciudad, quien hizo una presentación del autor y, de manera muy somera, del contenido del libro.

    Tras estas intervenciones, tomó la palabra Juan Pedro Recio Cuesta, quien, como autor del trabajo, hizo un recorrido por la trayectoria vital de Serradilla, desde su nacimiento en Plasencia en 1801 hasta su fallecimiento en París en 1873, haciendo hincapié en la etapa correspondiente a su papel en la Primera Guerra carlista (1833-1840), en la que destacó por los importantes servicios prestados a la causa carlista, como militar, como agente diplomático y como miembro del Estado Mayor creado por don Carlos, de quien llegó a ser uno de sus hombres de máxima confianza.

El acto contó con la asistencia de unas 60 personas que llenaron al completo tan noble y bello lugar.

    La publicación está impulsada y patrocinada por el Centro de Estudios de Avià (Barcelona), dentro de su colección dedicada a la Historia del Carlismo, por la significativa relación que Serradilla tuvo con aquella zona geográfica cuando allí arribó en 1839 y acabó siendo designado Fiscal para investigar el asesinato del Conde de España.

miércoles, 24 de enero de 2024

LOS INICIOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CARRETERA DE PLASENCIA A BARCO DE ÁVILA (ACTUAL NACIONAL 110) A SU PASO POR EL VALLE DEL JERTE

    Hoy día, la carretera nacional 110 (N-110), de titularidad estatal, vertebra de norte a sur, y viceversa, el Valle del Jerte. Es la principal vía de comunicación de la comarca y la que mayor volumen de tráfico soporta. Utilizada por propios y foráneos para circular por ella, en esta entrada hablamos sobre su historia, centrándonos en los orígenes de su construcción.

Señal de la carretera N-110 en el municipio de Santa María de los Caballeros (Ávila). Fuente: Google Maps   

    Para ponernos en contexto, hemos de comenzar diciendo que este relato tiene su punto de partida en la segunda mitad del siglo XIX, cuando en España se estaban construyendo miles de kilómetros no solamente de ferrocarril -en unos territorios más que otros, ya sabemos- sino también de carreteras. Estas nuevas vías de comunicación fueron concebidas para dar respuesta a las necesidades de aquellos momentos (aparición de los trenes, aumento de los carruajes y otros medios de transporte terrestres, principalmente movidos por tracción animal) así como para facilitar el desarrollo económico del país y para conectar de mejor manera unos lugares con otros, lo que, poco a poco, fue facilitando la movilidad no solamente de los recursos sino también de las personas.

    En nuestro caso, en el Valle del Jerte (conocido históricamente como Valle de Plasencia o de Tornavacas) existían, desde hacía siglos, vías de comunicación tales como el cordel o caminos de herradura, que unían unos pueblos con otros o la comarca con las vecinas del Ambroz o la Vera, pero no una carretera tal y como estas fueron concebidas en esta segunda mitad del siglo XIX: vías anchas, con un firme más estable por el que circularan carruajes, caballerías y, ya después en las primeras décadas del siglo XX, los primeros automóviles que empezaron a generalizarse, muy poco a poco, por España. 

Camino empedrado, de herradura, que conectaba el Valle con la Vera. Alrededores del Puente Nuevo (término de Jerte) en dirección hacia el Collado de las Yeguas

    El trazado de la actual nacional 110 que discurre por nuestra comarca, en su origen, recibió el nombre de carretera de Plasencia a Barco de Ávila, pues la principal función de esta nueva vía de comunicación era conectar estos dos núcleos de población, facilitar la movilidad entre los pueblos por los que pasaba y también de los recursos y viajeros que por ella circularan. Esta carretera ya aparecía proyectada en el año de 1877, en el cual se publicó la Ley de 11 de julio de 1877, aprobando el plan de carreteras del Estado, que sustituirá al de 6 de setiembre de 1864 (Gazeta, 23/07/1877). En esta Ley ya se aprobó la construcción, catalogada como de "tercer orden", de dicha carretera de "Plasencia al Barco de Ávila (Ávila) por Navaconcejo, Cabezuela y Puerto de Tornavacas".

    A partir de aquí, su trazado se sometió a estudio y años después -tras todo un proceso administrativo necesario, como ahora veremos, y el desmonte de toneladas de tierra y roca- se comenzó con su construcción, que se hizo por tramos, desde Plasencia hasta Barco. Durante las décadas de 1890, 1900 y 1910 se hicieron los principales trabajos en el Valle del Jerte -pormenores que desarrollaremos en posteriores entradas-, teniendo que expropiar para ello diferentes terrenos por los que pasaba su trazado, como vemos a continuación en el caso de Navaconcejo. En un anuncio insertado en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 9 de marzo de 1887, se hacía pública la "Relación nominal de los interesados á quienes se les ocupa parte de sus fincas con motivo de las obras de los trozos 1º, 3º, 4º y 5º de la carretera de Plasencia a Barco de Ávila".

Expropiaciones de terrenos en Navaconcejo. Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 09/03/1887

    También, en los diferentes pueblos por los que pasaba cerca o muy cerca de su casco urbano (Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas) y en los que quedaban próximos a ella (Piornal, Valdastillas, Casas del Castañar, Cabrero, El Torno, Rebollar o Barrado), durante las primeras décadas ya del siglo XX, se construyeron y adecentaron los caminos vecinales desde los mismos para conectarlos con la carretera. Estos caminos debían ser también anchos y tener un firme aceptable para facilitar el acceso a esas poblaciones desde la carretera, y viceversa.

    Como nota final en este primer acercamiento a los orígenes de la N-110 en nuestra comarca y entorno más cercano, señalar que en el año de 1913 se inauguraba el tramo que pasaba por Casas del Puerto de Tornavacas (hoy Puerto Castilla), ya en la vecina provincia de Ávila. Por aquel entonces, cuando habían transcurrido algo más de 30 años desde la aprobación oficial de su construcción, comenzaron a circular por ella, de manera muy esporádica, los primeros automóviles que generaban expectación entre los lugareños -tal y como se puede comprobar en la siguiente noticia- y los cuales aún tardarían décadas en comenzar a ser habituales en los pueblos de la comarca. Pero eso ya es otra historia de la que nos ocuparemos en otro momento, pues en esta ocasión vamos a terminar esta entrada señalando que, tras haber pasado ya algo más de 100 años desde su finalización, aún se pueden observar algunos elementos originales de aquella primitiva carretera que cruzó, de sur a norte, el Valle del Jerte.

El Diario de Ávila. Periódico de la tarde, 24/05/1913


  

NOTA: Esta entrada ha sido actualizada el día 30 de diciembre de 2024, incluyendo las dos fotografías en donde se detalla la información que aparece reflejada en el hito de piedra existente en el Puerto de Tornavacas.

domingo, 21 de enero de 2024

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA: VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)". PLASENCIA, 25 DE ENERO DE 2024.

La Asociación Cultural Placentina "Pedro de Trejo" ha organizado la presentación del libro

Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873), editado por el Centre d'Estudis d'Avià (Barcelona, 2023), dentro de su colección de Historia del carlismo.

La misma tendrá lugar el 25 de enero, jueves, a las 20:00, en el Parador Nacional de Turismo de Plasencia.

La presentación correrá a cargo del autor, Juan Pedro Recio Cuesta, e intervendrán Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de la ciudad, y Juan Carlos López Duque, Presidente de la A.C.P.  "Pedro de Trejo".

Se adjunta cartel del acto y una breve reseña del libro.
 



jueves, 30 de noviembre de 2023

PUBLICADO EL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA: VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)"

El Centre d´Estudis d´Aviá (Barcelona), dentro de su colección dedicada a la Historia del carlismo (publicación número 13), ha publicado el libro titulado Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de Don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873).

Portada del libro

El libro aborda la trayectoria vital de don Antonio Jesús Serradilla y Alcázar, militar extremeño nacido en Plasencia en 1801. De manera especial, se centra en la etapa relativa a la Primera Guerra carlista (1833-1840), cuando Serradilla se convirtió en uno de los hombres de confianza de don Carlos, siendo uno de sus agentes diplomáticos en el extranjero en países como Francia o Italia, y actuó como fiscal del proceso judicial iniciado tras el asesinato del Conde de España en tierras catalanas en 1839.

El precio del libro es de 10€ y próximamente, en este mismo espacio, se anunciarán los puntos de venta.

jueves, 9 de noviembre de 2023

CONMEMORACIÓN DEL PASO DEL EMPERADOR CARLOS V POR TORNAVACAS. 10 Y 11 DE NOVIEMBRE DE 2023.

Tornavacas celebra, un año más, su ya habitual recepción al emperador Carlos V, que tendrá lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2023.

Para ello, el Ayuntamiento tornavaqueño ha diseñado un programa de actos, enmarcados en la programación oficial de la Otoñada 2023 en el Valle del Jerte, que incluye con actividades para todos los públicos.


 

VIERNES 10

17:00h: Inauguración exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

Jornadas históricas sobre el emperador Carlos. Casa de Cultura.

18:00h: Presentación e inauguración de las jornadas.

18:15h: Ponencia de Juan Pedro Recio Cuesta, historiador y cronista oficial de Tornavacas: El Valle del Jerte y la villa de Tornavacas en la época del emperador Carlos V.

19:00h: Ponencia de Iván Hernández Montero, historiador del arte: Los estilos artísticos europeos en las representaciones visuales del emperador Carlos.

19:45h: Charla-coloquio con asistentes y cierre de las jornadas.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.


SABADO 11

10:00h: Visita guiada a Tornavacas y al interior de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por Juan Pedro Recio Cuesta. Inscripción previa en lascarceles@tornavacas.es o en el teléfono 681 914 609


10:30h - 11:30: Rincón de Cuentacuentos infantil con Flori. El Corralón. Calle Real de Abajo, 20.

A partir de las 11:00h. Exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

11:00h - 16:00h: Jornada de puertas abiertas. Centro de Interpretación Las Cárceles. Ayuntamiento de Tornavacas.

11:00h: Mercado Imperial con puestos de artesanía y productos de la zona. Música y animaciones por Kamaru Teatro. Inmediaciones de la Iglesia y de la Plaza del Ayuntamiento.

12:00h: Desfile recibimiento del emperador Carlos con población local y Kamaru Teatro. Calle Real de Arriba, Puente Cimero, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

12:30h: Discurso del Emperador con Kamaru Teatro y grupo infantil de baile de Tornavacas. Plaza de la Iglesia.

A partir de las 13:00h: Pinchos tradicionales elaborados por asociaciones locales (Asociación de Mujeres Renacer, AMPA y Asociación de Montaña y Senderismo). Gran Calbotada Popular (Asociación de Mayores).

14:00h: Cata de Gloria + Cata de poemas de Gloria Fuertes (Club de Poesía de la Biblioteca de Tornavacas).

16:00h: Concierto de música antigua por parte de Hexacordo. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Entrada libre hasta completar aforo.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

Fuente: https://www.otonadavalledeljerte.com/carlos-v/ 

sábado, 1 de octubre de 2022

HISTORIAS DE TORNAVACAS (III): LOS AÑOS DEL WOLFRAMIO

Tiempos duros, de escasez y muy diferentes a la realidad en la que vivimos hoy día. Así se podría definir la situación de la mayor parte de la España rural de las décadas de 1940 y gran parte de 1950, marcadas por el hambre y la escasez que se venían arrastrando desde la Guerra Civil. La España rural, en general, era una zona en condiciones muy precarias y en la que cualquier actividad económica bastaba para escapar del hambre que tantos estragos causó en aquellos años. 

Dentro del abanico de posibilidades, una actividad que alcanzó gran importancia en zonas concretas de España fue la extracción de wolframio, mineral con una amplia demanda en un tiempo muy determinado.

El wólfram, y más aún las personas y entidades encargadas de su explotación, fue el gran beneficiado de la II Guerra Mundial (1939-1945), conflicto que hizo temblar los cimientos de Europa, debido al espectacular aumento de su precio. La Alemania nazi, con Hitler a la cabeza, y las potencias aliadas -Reino Unido o la Unión Soviética, entre otras- se disputaban el control de las reservas de este preciado mineral. En el caso de Extremadura, y más concretamente en el norte de la provincia de Cáceres, basta decir que gran parte de la producción sirvió de alimento para la maquinaria de guerra con la exportación de wolframio para la construcción de blindados, cañones o munición pesada. Explotaciones como las de Acebo o Valverde del Fresno tuvieron un papel muy importante durante este período. De esta manera, Franco puso a disposición de Hitler gran parte de las explotaciones de wolframio españolas y, de paso, el Estado recibió ingresos nada despreciables en una época en donde el régimen practicaba una economía de autosuficiencia -autarquía-. Además, el mineral fue declarado de interés militar, lo que blindaba su control por parte del Estado. 

Tornavacas se subió al carro de la explotación de este mineral unos años después de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial. Eran años de escasez, de falta de recursos, en donde no existía un sustento económico estable, tal y como hoy en día ocurre con la agricultura. De este modo, la “fiebre” del wólfram llegaría a Tornavacas a finales de la década de 1940, pues en el año 1948 ya se empezó a extrarer dicho mineral. Su importancia crecería en los años siguientes (comienzos de la década de 1950), coyuntura en donde su precio se vio incrementando de nuevo coincidiendo con el desarrollo de otro conflicto bélico: la Guerra de Corea (1951-1953). Desde finales de la década de 1940, se concedieron decenas de permisos de investigación en diversos parajes del municipio para comprobar si existía este preciado mineral, llevándose a cabo catas sobre el terreno (cortes en las piedras o pequeñas perforaciones). La producción más destacada comenzó a partir del año de 1950 y se centró en tres lugares concretos: en la mina de Santa Ana (a escasos 500 metros del Puerto de Tornavacas; era la mina mejor equipada de todas y en donde, desgraciadamente, perdió la vida un paisano), en la de "Marisol" (comúnmente conocida como "Mirasol", cercana al nacimiento del río Jerte) y en la del Tejadillo (situada en esta amplia dehesa de las sierras de Tornavacas). De todas ellas, sobresalió la extracción de wolframio en la de "Marisol", llegándose a alcanzar una producción de algo más de 7.500 kg. anuales en 1952.

Antiguas instalaciones de la mina de Santa Ana

Interior de una de las galerías de la mina Marisol

Mina del Tejadillo

Escombrera de la mina del Tejadillo

Wolfamio extraído de la mina Marisol (abril de 1952).
Enviado a Tejares (Salamanca) para
su procesamiento

Además de estas minas, que en realidad eran, en su mayoría, simples galerías excavadas sobre la roca, existieron decenas de pequeños puntos en donde los tornavaqueños llevaron a cabo pequeños cortes para extraer el mineral (Sillares, zona alta de Becedas, alrededores del Puerto...). Tampoco faltó el contrabando –el famoso estraperlo, una especie de “mercado negro” en donde el mineral se pagaba a un precio más elevado. Testimonios orales de tornavaqueños que les tocó vivir esta época, cuentan que, en el alto del Puerto, en varias ocasiones se llegaron a juntar más de un centenar de paisanos para salir en pequeños grupos a la búsqueda del mineral, siempre con el temor de ser localizados por la Guardia Civil, pues el contrabando de wolframio estaba duramente castigado por la ley. Una vez extraído el mineral, a la espera de ser comprado por personas de fuera que directamente venían a Tornavacas a por él, era escondido en casas particulares del pueblo para evitar ser descubierto por las autoridades.
 
La minería de wólfram en Tornavacas, teniendo sus años dorados entre 1950 y 1955, fue a menos durante la década de 1960 y tocó fondo en la los 70, datando del año 1974 los últimos permisos de investigación para reactivar la producción. Pero ya eran otros tiempos: por un lado, el Valle del Jerte, poco a poco, iba ofreciendo más posibilidades de sustento económico como, por ejemplo, con la generalización del cultivo de la cereza; por otra parte, la emigración disminuyó la mano de obra disponible, a lo que hay que sumar el bajo precio de un mineral que había sido tremendamente importante en los primeros años del régimen franquista.

No podemos cerrar estas líneas sin hacer un sencillo homenaje, desde las palabras, a todos los paisanos que les tocó vivir en este tiempo de sacrificios, penurias y trabajo de sol a sol. A ellos les debemos el bienestar del que hoy disfrutamos. A ellos les debemos todo. Sin ellos, no seríamos nada. También es de justicia reconocer la iniciativa que tuvo el Grupo de Montaña y Senderismo de Tornavacas en el año 2013, al dedicar la VI Semana de la Montaña Extremeña a sacar del olvido este tema, dando voz a los verdaderos protagonistas de esta historia: aquellos que la vivieron.

De izquierda a derecha: Teófilo Sánchez, Florentino Marcos y Francisco Sánchez. Tornavacas, 27/04/2013

NOTA: El contenido aquí desarrollado es parte de un trabajo mucho más amplio que verá la luz en 2023. Seguiremos informando.

domingo, 24 de abril de 2022

CONTRIBUCIÓN EN LA REVISTA DE CAMAÑERO (Nº4) DEL AÑO 2021

Los carlistas en Las Villuercas (1833-1840) y la Real Academia Militar de Guadalupe (1836-1838)

Artículo de divulgación publicado en la Revista de Cañamero (nº4, 2021) sobre la Primera Guerra carlista (1833-1840) en la comarca de Las Villuercas y sobre la Real Academia Militar de Guadalupe, creada por los carlistas y que estuvo en funcionamiento entre 1836 y 1838.

Puede leerse a continuación: https://www.academia.edu/77441688/Los_carlistas_en_Las_Villuercas_1833_1840_y_la_Real_Academia_Militar_de_Guadalupe_1836_1838_ 

jueves, 4 de noviembre de 2021

CONMEMORACIÓN DEL PASO DEL EMPERADOR CARLOS V POR TORNAVACAS. 5 Y 6 DE NOVIEMBRE DE 2021.

Tras un año de interrupción obligada por el COVID-19, Tornavacas retoma su habitual recepción del emperador Carlos V, que tendrá lugar los días 5 y 6 de noviembre de 2021.

Para ello, el Ayuntamiento tornavaqueño ha diseñado un programa que incluye con actividades para todos los públicos.

Así, el viernes 5 tendrá lugar la charla-ponencia “Carlos, un súbdito del siglo XVI”, a cargo de Miguel Ángel Mendo (historiador de arte y gestor cultural) y Juan Pedro Recio (cronista oficial de Tornavacas e historiador); mientras que a lo largo del sábado día 6 se sucederán actividades como una ruta guiada por Tornavacas (con visita a la Iglesia), un mercado imperial, cuentacuentos y un concierto de folclore a cargo del Dúo Chulumi.

Además, el mismo día 6 tendrá lugar el tradicional desfile del emperador y su posterior discurso en la carpa situada en la Plaza de la Iglesia.

Fuente: https://itineracarolusv.eu/es/node/1379

 

Programa de actividades

 

sábado, 15 de mayo de 2021

LA HISTORIA DE LA HACIENDA DE PAVONES

La historia del brigadier carlista D. Antonio de Jesús de Serradilla y Alcázar (nacido en Plasencia en 1801 y sobre el cual nos encontramos ultimando una biografía), también nos lleva a Madrid, donde fue propietario de la finca de Pavones, una monumental dehesa de 155 hectáreas.

En ella, en la década de 1850 y siendo ya propiedad del militar carlista extremeño, se cultivaba trigo candeal de muy buena calidad. Hoy hay recuerdos de ella en el Distrito de Moratalaz, donde se ubicaba. Por ejemplo, lleva su nombre una estación de Metro y también una importante calle de dicho Distrito (C/ Hacienda de Pavones).
 
 Acceso a la estación de Metro de Pavones

La finca, superpuesta en un mapa del callejero actual, ocuparía toda esta superficie. El punto rojo (actual Centro Deportivo Municipal de Moratalaz) correspondería a la casa de campo de la finca, en donde Serradilla pasó largas temporadas.

​Mapa elaborado por Vicente Martín Morales

Toda la documentación que estamos hallando sobre la ya citada finca de Pavones, se puede consultar en el blog sobre la Historia del Puente de Vallecas, cuyo autor es Vicente Martín Morales.

domingo, 13 de diciembre de 2020

UN NUEVO ESPACIO POR Y PARA TORNAVACAS: EL CENTRO DE RECEPCIÓN E INFORMACIÓN AL VISITANTE "LAS CÁRCELES"

Enmarcadas dentro de la programación oficial de la Otoñada 2020 en el Valle del Jerte, a lo largo de los fines de semana de este otoño se han llevado a cabo unas jornadas de puertas abiertas, como las ya realizadas este verano, para dar a conocer el nuevo espacio con el que cuenta Tornavacas: su Centro de Recepción e Información al Visitante. El mismo, ubicado en las dependencias de lo que, durante siglos, se ha utlizado como cárcel de la villa, cuenta con toda una serie de contenidos y de herramientas multimedia.

Mostrador de recepción
Mostrador de recepción

El contenido se encuentra distribuido por las diferentes estancias de la ya citada antigua cárcel, sitas en la planta baja del edificio que hoy es el Ayuntamiento. En la de mayores dimensiones, la primera a la que se accede tras pasar por el mostrador de recepción, nos encontramos con una decena de paneles, colocados verticalmente sobre la pared, que nos ilustran sobre diferentes aspectos del municipio. Uno se dedica al entorno natural, en donde se hace una especial referencia a la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, un espacio protegido único y cuya mayor parte de su extensión pertenece a nuestro municipio; otro ofrece datos sobre el patrimonio y el arte local, en donde se hace mención expresa a la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, monumento religioso declarado Bien de Interés Cultural; otro versa sobre arqueología e historia, en donde se ofrecen unas pinceladas sobre los orígenes (con una alusión obligada a la leyenda del "Ya Tornan") y sobre la evolución histórica de la antigua villa. Además, en estos mismos paneles verticales, encontramos información relativa al patrón, el Santísimo Cristo del Perdón, sobre nuestras ricas y variadas fiestas populares -en donde tiene un especial protagonismo la noche del fuego (celebrada cada 2 de mayo)- y no falta información tampoco sobre la gastronomía tradicional, sobre la picota y una alusión al amplio catálogo de rutas de senderismo a realizar en nuestro entorno.

Paneles verticales

En el centro de esta estancia más amplia, se ha instalado una maqueta en 3D, a través de la cual, mediante una proyección a la que la acompaña una narración, se ofrece una información completa al visitante sobre la villa, sobre la estructura de sus principales calles y sobre los principales monumentos (Puente Cimero, Puentecilla, Picota o Marirrollas, etc.). Sin duda, un reclamo audiovisual novedoso y muy didáctico para todo tipo de público.

Maqueta 3D

En una estancia intermedia, la que separa a la estancia de mayor amplitud de las de menores dimensiones  -lo que, en antaño, sería un pasillo que unía unas celdas y otras-, encontramos también una instalación de paneles que nos hablan sobre aspectos como los oficios seculares de Tornavacas o la trashumancia, entre otros. También se han instalado unas "postales sonoras", a través de las cuales, utilizando unos sonidos de fondo, se recrean tradiciones de Tornavacas (como el toque de la esquila) y se transporta al visitante a lugares señeros del entorno natural de la localidad (como lo es el mirador de la Cruz de Santa Bárbara). 

Pasillo entre celdas

El recorrido termina accediendo a las estancias (celdas) de menores dimensiones. En una de estas celdas, se ha colocado un muñeco articulado y una grabación, con el objetivo de recrear la presencia de un reo. En el pasillo que da hacia las dos celdas más estrechas, el visitante puede conocer también unas breves notas históricas sobre la cárcel de la villa.

Panel con información sobre la cárcel

En definitiva, un espacio que, en pocos metros cuadrados, condensa nuestra historia, nuestras tradiciones y nuestra idiosincrasia como pueblo, a la vez que muestra el entorno privilegiado en el que nos ha tocado vivir. Un espacio, a fin de cuentas, por y para Tornavacas, para el orgullo de sus habitantes y para el deleite de los que nos visitan.

viernes, 28 de febrero de 2014

LOS AÑOS PROHIBIDOS DEL CARNAVAL

El régimen que, con el General Franco a la cabeza, llevó las riendas de España durante casi más de cuarenta años, además de desplegar una severa política de control y persecución hacia los calificados como desafectos -anarquistas, comunistas, socialistas...-, tuvo en la vigilancia y control de las calles y plazas de España uno de sus principales focos de atención con el fin de reprimir los intentos de subversión y que, al final y al cabo, nada rebasara el estrecho marco legislativo diseñado a tal efecto por los sucesivos gabinetes del régimen.

Dentro de esta vigilancia, un aspecto que sería férreamente controlado fue el de las festividades. El régimen, teniendo a la Iglesia Católica y su credo como uno de sus pilares doctrinales, promocionará toda una serie de festividades de marcado carácter religioso, sin olvidar por otra parte los pomposos actos de (auto)reafirmación nacional (Día del Caudillo, Fiesta de la Hispanidad...). En el otro extremo, fiestas con un mayor componente popular o lúdico, que no encajaban demasiado en la ortodoxia impuesta y que podían constituir un elemento que dieran pie a posibles acciones subversivas, fueron, cuando no censuradas, estrechamente vigiladas. Como ejemplo concreto, una festividad proscrita por la legislación franquista fue el Carnaval tal y como lo conocemos hoy día. Dicha celebración, teniendo el añadido de poseer raíces paganas -por tanto no encajando dentro de la doctrina Católica, Apostólica y Romana- y suponiendo una posible amenaza para el régimen ya que en su transcurso se podía alterar el orden público mediante críticas, burlas y demás oprobios hacia el dogma que encarnaba el régimen, fue ya suspendida durante los tristes años de la Guerra Civil por orden del naciente aparato político-institucional franquista en atención las circunstancias excepcionales por las que atravesaba el país e indicando que era conveniente "un retraimiento en la exteriorización de las alegrías internas".

Orden suspendiendo las Fiestas de Carnaval. Boletín Oficial del Estado, 05/02/1937.

Una orden que, lejos de derogarse habiendo finalizado la Guerra Civil, se confirmaría por el Ministerio de la Gobernación en enero de 1940, señalando la misma lo siguiente:

Orden resolviendo mantener la prohibición absoluta de la celebración de las fiestas del Carnaval. Boletín Oficial del Estado, 13/01/1940.


Así pues, durante la menesterosa década de 1940, carnaval y prohibición siguieron siendo dos términos que fueron de la mano. Nada mejor para verificar tal afirmación que fijarse en un bando de 1944 perfectamente válido para comprobar la estrecha vigilancia a la que estaba sometida tal fiesta en los diferentes pueblos -y ciudades- de España. El bando en cuestión fue dado a los vecinos de Tornavacas el 19 de febrero del citado año y decía así:

"De orden del Señor Alcalde y en cumplimiento de disposiciones superiores, se hace saber al vecindario en general, que queda rigurosamente prohibidas las fiestas de Carnaval, no permitiéndose por ningún concepto, el revestirse ni hacer uso de disfraz alguno; quedando asímismo prohibida toda clase de espectáculos y demás clases de diversiones que revistan caracter de tal fiesta".

Bando prohibiendo terminantemente la celebración del Carnaval. Tornavacas, 19 de febrero de 1944.

Como bien señala el documento mostrado, la prohibición del Carnaval no era decisión del Alcalde de un determinado pueblo, en este caso de Tornavacas, sino que éste era el encargado de hacer llegar una orden que emanaba de instancias de poder superiores y velar por su cumplimiento entre el vecindario. En la provincia cacereña, como sucedía en las demás de España, era el gobernador civil el encargado de trasladar a los diferentes municipios las órdenes dictadas desde Madrid. Por aquel entonces, en 1944, año marcado por un turbulento contexto europeo y mundial debido a la II Guerra Mundial, el cargo de gobernador era desempeñado en Cáceres por Luciano López Hidalgo, militar pacense y personaje histórico que, a nivel provincial, hemos tratado en uno de nuestros trabajos de investigación.

Volviendo al tema que aquí nos ocupa, no obstante, pese a este veto legal y al celo por parte de las autoridades cuando se aproximaba la fecha, el Carnaval no dejó de estar presente en sus grandes feudos como Cádiz o Santa Cruz de Tenerife; eso sí, disfrazado bajo el nombre de "Fiestas de Invierno" y soportando una censura que poco margen dejaba a la espontaneidad en las vías públicas. En el mundo rural, con el paso de los años, el ánimo festivo poco a poco fue sorteando la prohibición legal y no fue extraño que durante la celebración de Don Carnal se entonaran una serie de canciones o coplillas y que las máscaras, sigilosamente, fueran haciendo su aparición en el espacio público -ya que sí eran usuales en "fiestas privadas", en sitio cerrado-, aunque sin llegar a exteriorizar demasiado esas "alegrías internas" a las que hacía referencia la orden emitida en plena Guerra Civil. Muestra de lo anterior son las canciones de Carnaval que se cantaban en diversos pueblos durante sus "años prohibidos". Por ejemplo, en el caso del Valle del Jerte, mozos, mozas, e incluso personas ya entradas en edad, recorrían sus calles entonando coplillas. En pueblos como Tornavacas o Piornal, entre otros, se cantaba lo que sigue:

Por la otra el agua viene,
por esta calle va el agua,
por la otra el agua viene,
cuando las aguas se juntan,
qué será los que se quieren,
qué será los que se quieren,
por esta calle va el agua. 

La feria de las mujeres,
ya vienen los carnavales,
la feria de las mujeres,
la que no la salga novio
que aguarde al año que viene,
que aguarde al año que viene,
la feria de las mujeres. 


 Máscara de Carnaval. Usual en las "fiestas privadas" o en los famosos bailes de máscaras.

La modernización de la sociedad y de las costumbres, junto a una mayor dosis de tolerancia por parte de las autoridades, hizo que la faz del Carnaval fuera cambiando poco a poco hasta empezar a tener similitudes, a grandes rasgos, a cómo lo conocemos hoy. En la segunda mitad de 1960 y sobre todo durante la década de los 70, el Carnaval, junto a su carácter de fiesta alegre, desenfadada y gamberra -en el buen sentido de la palabra-, fue desbordando esas calles y plazas que no muchos años atrás habían sido vigiladas de cerca. Para aquel entonces, el entierro de la sardina, la famosa gitanería o el correteo por las calles de los pueblos de los quintos que marcharían al servicio militar, dejaron de ser una excepción para pasar a ser una serie de acontecimientos fijos de un Carnaval que, progresivamente, iba siendo más colorido en todos sus sentidos.

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Nota: La idea de insertar una canción de Carnaval así como la imagen de la máscara, pertenece a Justi Martín González.

Un repertorio más amplio del cancionero popular de Carnaval: Un piornalego en la red. Tesis Folklore musical de Piornal. Letras Canciones de Carnaval.