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domingo, 20 de julio de 2025

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XXIII): SUCEDIÓ UN 20 DE JULIO... PERO DE 1936

    Tal y como ya quedamos recogido en una de nuestras anteriores entradas dedicada al antiguo puente que existía para cruzar, de un lado a otro, la Garganta Becedas, el 20 de julio de 1936, tan solo dos días después de iniciarse la Guerra Civil a consecuencia de un golpe militar fallido, este puente fue objeto de una acción de sabotaje por parte de militantes de izquierda y de varios vecinos de Tornavacas. La finalidad de dicha acción era impedir el paso de las tropas "nacionales" o franquistas que se dirigían desde Plasencia hacia Ávila para controlar las poblaciones de la zona a su paso. Este puente, por aquel entonces, se encontraba en muy malas condiciones después de haberse visto muy afectado por el temporal de lluvias que tuvo lugar en diciembre de 1935.

Restos del puente antiguo sobre la Garganta Becedas que fue objeto de sabotaje el 20 de julio de 1936

    Inicialmente, el plan era volarlo por completo para evitar el tránsito de las tropas, falangistas y demás fuerzas adictas al bando franquista, pero finalmente lo que se hizo fue arrojar a la garganta algunos de sus elementos (barandillas, piedras, tablas de madera y otros de su superficie...) que impidieron, aunque tan solo por unas horas, el paso de vehículos y carruajes movidos por animales. 

    Los tornavaqueños que inutilizaron el puente, así como los que les ayudaron, fueron arrestados, enviados presos a Plasencia y algunos de ellos no salieron de la cárcel con vida, pues tras ser sometidos a un estricto proceso judicial por la vía militar -Consejo de Guerra-, los paisanos Ramón Martínez Bermejo, secretario de Radio Comunista, Julio Crespo Cuesta, presidente de Radio Comunista y Zenón Pelaz Cuesta, presidente de la Casa del Pueblo y concejal del ayuntamiento tornavaqueño, fueron fusilados en Plasencia en diciembre de ese mismo año.
    Otros tres tornavaqueños, también encausados en este proceso por "auxilio a la rebelión", fueron condenados a prisión (inicialmente, a 12 años y 1 día), cumpliendo parte de la pena impuesta tanto en la cárcel de Plasencia como en el presidio de Cuéllar (Segovia), lugar en el que permanecieron varios años hasta que fueron puestos en libertad, tal y como se muestra en esta ficha personal de uno de los procesados por este hecho ocurrido en Tornavacas en aquel 20 de julio de 1936.
 
Ficha de uno de los encausados que permaneció preso en el penal de Cuéllar (Segovia). Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid) 

Continuará...

sábado, 10 de mayo de 2025

PARTICIPACIÓN EN EL I CONGRESO INTERNACIONAL DE JÓVENES INVESTIGADORES DE LA UEX "NUEVAS VOCES EN LA HISTORIA"

Los días 9, 10 y 11 de junio, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura (campus de Cáceres), se celebrará el I Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores de la UEx "Nuevas voces en la Historia", en el cual participamos con la comunicación titulada: "El carlismo en la ciudad de Cáceres durante la Segunda República (1931-1936)" (Primera mesa de comunicaciones del lunes 9 de junio). 

Adjuntamos el programa de dicho Congreso.



lunes, 7 de octubre de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XX): LA COOPERATIVA SOCIALISTA AGRÍCOLA DE TORNAVACAS. UN MODELO COOPERATIVISTA PIONERO EN TIEMPOS DE LA II REPÚBLICA

    Durante las primeras décadas del pasado siglo XX (y de manera especial durante las de 1920 y 1930, hasta el inicio de la Guerra Civil en 1936), en Tornavacas, como así sucedió en otros municipios del país, se fundaron toda una serie de asociaciones y agrupaciones políticas que desarrollaron una importante actividad a nivel local, buscando todas ellas el beneficio y progreso de los habitantes de cada localidad.

    En el caso de nuestro pueblo, en la década de 1920 aparecieron las primeras asociaciones, que estaban relacionadas con las principales actividades económicas existentes: la agricultura y la ganadería. Así, mencionar la fundación en 1920 del que fue el primer sindicato agrícola de Tornavacas en el siglo XX: el Sindicato Agrícola Católico de Tornavacas, cuyo primer presidente fue Eloy Núñez Domínguez. Tres años después, en 1923, apareció el Sindicato Beneficioso Agrícola y Pecuario de Tornavacas del que Marcial Santiago Cobos fue su primer presidente. Y ya en los primeros meses de 1924, poco tiempo después de la llegada al poder de Primo de Rivera, se constituyó la Asociación de "Socorros Mutuos", cuya primera Junta Directiva fue presidida por Cipriano Sánchez Serrano (párroco de Tornavacas en aquellos años).

Sello del Sindicato Agrícola Católico de Tornavacas. Archivo Histórico Provincial de Cáceres


Sello del Sindicato Beneficioso Agrícola y Pecuario de Tornavacas. Archivo Histórico Provincial de Cáceres

    Ya en la II República (1931-1936), cuando aún estas asociaciones mencionadas proseguían con su actividad, comenzaron a aparecer nuevas agrupaciones y asociaciones, destacando, por su número, las vinculadas a la izquierda política, tales como la Sociedad Agropecuaria de Obreros "La Unión", Acción Republicana o Izquierda Republicana, entre otras.

    En esta entrada, por el interés y repercusión que tuvo en su momento, vamos a destacar una iniciativa de la que poco sabíamos hasta la actualidad y que fue impulsada desde la Agrupación socialista local: la fundación de una Cooperativa que fue pionera en el país, pues, como veremos, su puesta en marcha despertó el interés en otros lugares de España y así quedó reflejado incluso en la prensa de la época.  

    Esta Cooperativa, impulsada, como decíamos, desde la Agrupación socialista local -que fue establecida en 1931- recibió el nombre de Cooperativa Socialista Agrícola "Trabajo y Cultura" y comenzó su andadura a finales de febrero de 1932, cuando se redactó su reglamento. En marzo de ese mismo año se firmó el acta de constitución de la Cooperativa, quedando al frente de su Consejo de Administración las siguientes personas: Manuel de la Cruz Lucas Martín (Presidente), Luciano Lucas Lucas (Vicepresidente), Victorino González Cobos (Secretario 1º), Saturnino Rodríguez Ovejero (Secretario 2º), José Cobos González (Vocal 1º), Ladislao Buenadicha Cruz (Vocal 2º) y Valentín Jiménez Luengo (Vocal 3º).

Sello de la Agrupación socialista de Tornavacas, a su vez utilizado por la Cooperativa. Archivo Histórico Provincial de Cáceres

    Su creación quedó recogida en las páginas del órgano oficial de comunicación del PSOE, El Socialista, pues dicho periódico dedicó varias páginas a esta Cooperativa tal y como mostramos a continuación.

    Así, en el número del 4 de marzo de 1932, se informaba de la inminente puesta en marcha de la Cooperativa, diciéndose de ella lo siguiente:

"En breve celebrará reunión la Cooperativa Socialista Agrícola de Tornavacas (Cáceres) para ultimar su constitución, eligiendo el Consejo de administración y la gerencia que ha de regentar la misma.

Sus finalidades son expender a los asociados y al público artículos de consumo, útiles de labranza y abonos de tierras, y procurar la repoblación de las dehesas comunales, cuyo reintegro al Municipio se ha reclamado a la Junta central de la Reforma agraria; así como el arrendamiento de tierras para el cultivo y el pastoreo.

Posee un buen capital, que le permite emprender la empresa con garantías ciertas de éxito.

Por tratarse de la primera Cooperativa que de esta clase se crea en España, y tendente a gozar de las legislaciones en proyecto para el campo, el esfuerzo de nuestros camaradas de la abrupta y pintoresca villa merece el mayor aplauso y encomio de cuantos propulsan la dignificación del esclavo del terruño, sojuzgado por una injusticia arcaica e insostenible".

El Socialista, 04/03/1932

    También la prensa salmantina -provincia natal del maestro don Saturnino, uno de los miembros de su Consejo de Administración- se hacía eco en sus páginas de la aparición de la Cooperativa:

El Adelanto: Diario político de Salamanca, 05/06/1932

    Entre sus propósitos, según quedó recogido en su reglamento (que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres), dicha Cooperativa pretendía "la transformación de la sociedad humana en una gran colectividad en que el trabajo sea el único soberano y distribuidor de los bienes que este produce". Sus objetivos concretos eran "proporcionar a sus afiliados artículos de consumos, abonos, material, herramientas y materias primas para el campo en las mejores condiciones de clase y precios”, o “propagar con fondos sociales mediante la predicación oral y escrita la bondad del sistema cooperativista”. Estableció su domicilio social en la Casa del Pueblo, situada en la Avenida Gabriel y Galán nº2 (hoy Avenida de la Constitución) y para ser socio (que podían ser de dos categorías: accionistas y consumidores) era necesario "estar afiliado al PSOE o en su defecto simpatizar con sus ideales y programas".

    Una vez legalmente establecida, comenzó a funcionar y, además, se sumó también a la campaña promovida desde la Agrupación socialista local para la recuperación de los bienes comunales de Tornavacas que fueron desamortizados en el siglo XIX, como así lo hicieron las demás formaciones de izquierda del municipio. Este hecho así quedaba recogido en la siguiente noticia: 

"La demanda que la Agrupación Socialista de Tornavacas ha hecho a la Junta central para la Reforma agraria, refrendada por los partidos de izquierda de la localidad y por la casi totalidad del vecindario, pidiendo que las diez dehesas que hace años tenía el Ayuntamiento y que perdió cuando la desamortización, por informes particulares que de la misma se tienen, parece que va por buen camino.

Con este motivo, en toda Tornavacas hay gran satisfacción, pues la vuelta al cabildo municipal de la extensión de terreno que supone dichas dehesas -más de 65.000 fanegas- habría de resolver la crisis de trabajo que en todo el término municipal se viene experimentando, en daño general de todos, y principalmente del bracero: ya que el Ayuntamiento tendría con ellas un importante núcleo de actividades, y dejarían de languidecer dichas fincas rústicas en un absentismo agudo, cual ahora acontece.

De desear es que estos optimismos se confirmasen, y que fueran reintegrados tan extensos bienes comunales a sus primitivos propietarios: al pueblo de Tornavacas"

El Socialista, 13/03/1932

    Este asunto, que incluso llegó a ser tratado en el Pleno del Ayuntamiento de Tornavacas, el cual apoyó la demanda como ya recogimos en nuestro estudio "Tornavacas (1927-2017): 90 años de cambios y transformaciones", quedó finalmente en papel mojado por la paralización de la Reforma agraria en 1933.

    También, desde la Cooperativa, se entablaron relaciones con la Cooperativa socialista madrileña (intercambio de productos, asesoramiento financiero y mercantil...)

    Pero pese a estas buenas intenciones y actuaciones, la vida oficial de la Cooperativa fue corta, pues, siguiendo las informaciones que sobre ella existen en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres, se señalaba que "estuvo funcionando hasta el mes de marzo [...] de 1933". La Cooperativa se intentó reactivar de manera infructuosa en 1935. Y, es que, por aquel entonces, la Agrupación socialista local ya contaba con un nuevo sindicato: la Sociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra y Oficios Varios, que tenía su sede en la Casa del Pueblo que se estableció en la Calle Real de Abajo nº 73.

    A pesar de su corta vida, se trató de un modelo de cooperativa pionero en España y es una muestra más de la intensa actividad asociativa que se vivió en Tornavacas, así como en otros muchos municipios, en los años de la II República.

    El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 paralizó por completo todo este movimiento asociativo y supuso la desaparición oficial de todo este tipo de iniciativas, pero eso ya es otra historia de la que nos ocuparemos en próximas entradas.

miércoles, 1 de mayo de 2024

NUEVA PUBLICACIÓN: BOINAS ROJAS: LA VOZ DEL CARLISMO EXTREMEÑO DURANTE LA GUERRA CIVIL

    En Aportes. Revista de Historia Contemporánea, publicación científica de reconocido prestigio en el ámbito de la investigación y divulgación de temas relacionados con la Historia Contemporánea española, en su primer número del año 2024 (Vol. 39, Núm. 114), se ha publicado nuestro trabajo: "Boinas Rojas: la voz del carlismo extremeño durante la Guerra Civil". El artículo se encuentra disponible para su lectura en este enlace y el número en el que ha sido publicado, en formato papel, se encuentra a la venta.

Resumen del artículo

    El presente trabajo analiza de manera integral, tanto en sus aspectos formales como en su contenido, el que fue el órgano de comunicación oficial del carlismo extremeño durante la Guerra Civil: el periódico Boinas Rojas. Semanario tradicionalista de Extremadura. Pese a su corta vida –pues fue publicado durante los primeros meses de 1937–, el estudio de este rotativo editado en Badajoz, proporciona una información muy interesante, a la par que desconocida hoy día, acerca de este movimiento político-social en la región. La actividad política y propagandística del carlismo extremeño, la participación del Requeté de Extremadura, especialmente el de la provincia de Badajoz, en la contienda civil, el papel de las otras organizaciones carlistas (Margaritas y Pelayos) del mismo espacio geográfico, así como referencias a las principales personas que escribieron en el semanario y a la realidad socio-económica de la capital pacense del momento, son aspectos que son abordados en este estudio.

sábado, 6 de abril de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XII): EL PUENTE ANTIGUO DE LA GARGANTA BECEDAS

    Hay construcciones o monumentos que, desgraciadamente, bien por el desuso o por el inevitable paso del tiempo, están casi en el olvido. Una de ellas es el antiguo puente que servía para cruzar, de un lado a otro, la Garganta Becedas, situado muy cerca de lo que actualmente es el límite entre los términos municipales de Tornavacas y Jerte.

    Se trata de una obra de ingeniería verdaderamente interesante. En su construcción se utilizaron como machones (o estribos) dos rocas de grandes dimensiones existentes en el cauce de dicha garganta. Su base fue reforzada cuando, allá por los primeros años de 1900, se construyó el tramo correspondiente de la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila (actual N-110), pues así lo indican los grandes bloques rectangulares de granito visibles en la parte más baja de uno de los machones, cercana al cauce de la garganta, y que también se utilizaron en otras construcciones realizadas a principios del siglo XX asociadas a dicha carretera (muros del Puerto de Tornavacas, del puente de Cabezuela del Valle...)

Los machones del puente se apoyaron sobre las dos grandes rocas visibles, a derecha e izquierda, en la fotografía. En el medio, en el cauce de la garganta, uno de los machones ya desprendido

    Como suceso relacionado con dicho puente y que está aún bastante presente en el imaginario colectivo de los tornavaqueños, el 20 de julio de 1936, tan solo dos días después de iniciarse la Guerra Civil, este puente fue objeto de una acción de sabotaje por parte de militantes de izquierda de Tornavacas con la finalidad de impedir el paso de las tropas "nacionales" o franquistas que se dirigían desde Plasencia hacia Ávila para controlar las poblaciones de la zona a su paso. Inicialmente, el plan era volarlo por completo para evitar el tránsito de estas, pero finalmente lo que se hizo fue arrojar a la garganta algunos de sus elementos (barandillas, piedras, tablas de madera y otros de su superficie...) que impidieron, aunque por tan solo unas horas, el paso de vehículos y carruajes movidos por animales. Los tornavaqueños que inutilizaron el puente fueron arrestados, enviados presos a Plasencia y algunos de ellos no salieron de la cárcel con vida, algo de lo que nos ocuparemos, con toda la documentación que ya tenemos en nuestro haber, en entradas siguientes.

 En ambas fotografías se observa uno de los machones (el que está en dirección viniendo desde Jerte hacia Tornavacas), que aún sigue en pie sobre la roca, y el arranque del puente

    Algunos años después, este antiguo puente quedó inutilizado, al construirse uno nuevo, con algo más de anchura, que es por donde ha pasado el tráfico de la actual N-110 hasta la construcción de otro más nuevo hace poco más de una década.

    Transcurrido ya cerca de un siglo de aquel suceso ocurrido en la Guerra Civil, uno de los machones, desde hace años, se encuentra desprendido de una de las rocas, a causa de las frecuentes crecidas de la garganta, y caído en medio del cauce de la misma. Y, a lo que queda de aquel viejo puente que sirvió de tránsito a viajantes, a carruajes y a los primeros (pocos) automóviles que circularon por aquella carretera, solamente le acompaña el arrullar incesante de las aguas de la garganta y lo recuerda el nombre del paraje que se sitúa a sus alrededores.

Referencia al paraje del Puente Becedas durante los tiempos de la II República (1933). Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 25/03/1933

viernes, 8 de septiembre de 2023

LA CEREZA EN EL VALLE DEL JERTE DURANTE LAS PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX (1900-1939)

    El siglo XVIII (1700-1800) supuso un antes y un después en la evolución histórica del Valle del Jerte. Y es que, la comarca pasó de un crecimiento generalizado que se produjo durante la primera mitad del siglo, entre los años de 1700 y 1750 (en economía, población, construcciones...) a una fase de casi total quiebra económica que vino motivada, principalmente -aunque no solo-, por la epidemia de la tinta del castaño, que se llevó por delante, en pocos años, la que era una de las principales fuentes económicas para las familias del valle. Ello tuvo una especie de efecto dominó sobre los demás sectores económicos, pues también la cabaña ganadera cayó en picado al igual que otras actividades representativas como, por ejemplo, la industria textil (elaboración y tinte de paños) que existía en Tornavacas. La población, igualmente, descendió en prácticamente todos los núcleos de población. Así, en los últimos años del siglo XVIII, el Valle del Jerte se vio obligado a readaptarse a esta nueva realidad, pero no iba a ser fácil, ya que el siglo XIX (1800-1900) supuso una centuria dura para la comarca sufriendo la misma los efectos derivados, primero, de la Guerra de la Independencia (1808-1812) y, después, de la Primera Guerra carlista (1833-1840). A ello hay que sumar la inestabilidad política característica de este siglo y un estancamiento económico, lo que marcó su desarrollo durante prácticamente toda la primera mitad de este nuevo siglo. A partir de 1850, poco a poco, comenzó, con ligeros altibajos, un tímido crecimiento económico y de la población, tendencia que ya nos conduce a la etapa que será la protagonista en las siguientes líneas.

    Realizada esta introducción, en esta nueva entrada, nos vamos a detener en las primeras décadas del siglo XX (1900-1939), desde el inicio del mismo hasta la finalización de la Guerra Civil, y vamos a tratar concretamente el cultivo de la cereza durante este tiempo haciendo referencia a una serie de noticias y/o anuncios que en su día aparecieron publicados en diferentes periódicos. Este fruto, que es actualmente el protagonista estrella de la economía de la comarca, ya se lleva cultivando desde hace siglos, existiendo incluso referencias de la Edad Media que hablan de la calidad y la fama que ya tenían las cerezas del valle bañado por el río Jerte. Pero la generalización del cultivo del cerezo se comenzó a producir, progresivamente, durante estas décadas, en las cuales se fue convirtiendo, poco a poco, en un importante sustento económico para los habitantes de la comarca.

    Iniciando nuestro recorrido por estas décadas, a principios del siglo XX ya hallamos referencias de la creciente importancia que la cereza comenzaba a tener en la comarca. En este sentido, es interesante señalar un artículo de opinión escrito por José Buezas en 1904, desde Jerte, y publicado en el Diario de Ávila. Periódico político independiente y de intereses morales y materiales (03/09/1904), en el cual planteaba la idea de construir una línea de ferrocarril entre Plasencia y Ávila que pasara por Béjar y Barco de Ávila (en ese momento, se estaba construyendo, en el Valle, la carretera entre Plasencia y Barco de Ávila -actual Nacional 110-). En él señalaba que con esta línea ferroviaria se podría exportar parte de lo mucho de lo que en el Valle se producía. Afirmaba también que, solamente ofreciendo datos de Tornavacas, Jerte, Cabezuela y Navaconcejo, en estos pueblos se producían "200.000 cántaros de vino, 16.000 de aceite, 1.000 de aguardiente vínico, 120.000 arrobas de cerezas, sin contar otras tantas, o más, de otras frutas como ciruelas, peras, melocotones, uvas, etc., etc., 40.000 fanegas de castañas; de 30 a 40.000 traviesas de roble anuales, pimiento, carbones, cascas, etcétera". En vista de estos datos, la cantidad de cerezas que se recolectaría a principios del siglo pasado -solamente en los cuatro pueblos ya citados-, equivaldría a, aproximadamente, 1.380.000 kg.

    Algo más de dos décadas después, en febrero de 1931, en una noticia que se centraba en describir el entorno natural de Valdastillas, publicada en el periódico Nuevo Día. Diario de la provincia de Cáceres (14/02/1931), se decía lo siguiente del Valle:

"La cereza es una fruta que produce, en años normales, muchos miles de duros al vecindario; todos los pueblos del Valle cultivan este árbol, el roble, los castaños, y las viñas y el olivo, algo de plantas forrajeras [...] y hortalizas, y algo, muy poco, de siembra".

    Avanzando en nuestro recorrido, ya en la Segunda República (1931-1936), hay que destacar que la producción de cereza iba incrementándose y que ya aparecieron las primeras cooperativas, siendo la de Navaconcejo la pionera. Por su interés, reproducimos una crónica correspondiente al verano de 1931 escrita desde Tornavacas. Publicada el 16 de julio en el periódico El Adelanto. Diario de Salamanca, decía así:  

 "Estamos en plena recolección de la abundante cereza, que este año rebasa los mejores cálculos; es tan activa la vida durante esta época, que a las tres de la madrugada está invadido el campo de trabajadores de ambos sexos; las jóvenes son las encargadas de la preparación de las banastas, cuyo rojo fruto arrojan los mozos encaramados en los árboles, entre frases ardientes y galantes, saliendo por esta fecha no pocos amoríos; y ya lo dice la copla: "Recogiendo aceitunas", etc., regresando al pueblo en franca camaradería viejos y jóvenes, oyéndose por todas partes las notas de la jota extremeña, inflamadas de pasión y tragedia.

Se calcula salen diariamente del Valle para la plaza de Madrid, más de treinta camiones cargados de este fruto; esto y castañera, remedia en parte la situación precaria de los trabajadores de esta tierra".

    Por otra parte, también se trabajaba en la eliminación y/o control de plagas que afectaban a los cerezos, algo que ya era, junto a las incertidumbres que acarreaban las inclemencias meteorológicas derivadas de las heladas y lluvias, una preocupación entre los agricultores en los meses anteriores a la recolección del fruto. De manera especial, así se indicaba en el diario El Día. Periódico de la mañana (08/01/1936), se estaba combatiendo a la conocida como "oruga de piñón", y sobre todo, a la "mosca de la cereza", la cual estaba perjudicando no solamente su recolección sino también su posterior comercialización. En este artículo, se señalaba que esta plaga había provocado que Inglaterra dejara de importar cerezas por el mal estado (de podredumbre) en la que se encontraban las mismas cuando llegaban al país. Para paliar estos efectos negativos sobre la cereza y sobre su comercialización, los ingenieros agrónomos de la Estación Central de Patología Vegetal de la Moncloa, organismo del Gobierno que se ocupaba de estas cuestiones, comenzaron a actuar en el Valle del Jerte, una de las zonas productoras más afectadas de toda España. Para ello, pusieron en marcha "un medio de lucha eficaz mediante cazamoscas de de vidrio con sustancias atractivas, en los cuales perecen las moscas antes de poner en las cerezas los huevecillos de los que nacen los gusanos productores del daño".

    Por último, en lo que respecta a la Guerra Civil (1936-1939), hemos de señalar que este conflicto que causó un enorme desgarro en España, también afectó a la cereza, principalmente en la época de su recolección, pues el circuito comercial quedó muy reducido durante estos años debido a la situación de guerra, que también afectó a la disponibilidad de mano de obra (llamamiento de hombres al Ejército, inestabilidad y persecuciones políticas...). A ello hay que sumar que en estos años seguían preocupando algunas plagas que afectaban a los árboles, de las cuales hablaremos a continuación. De esta trágica etapa de la Historia de España, son varias las referencias relacionadas con la cereza que, por su interés, aquí señalamos. En primer lugar, en 1938, cuando la Guerra Civil desangraba gran parte de España en todos los sentidos (hundimiento de la economía, pérdida de vidas humanas...), las plagas que afectaban al cerezo seguían preocupando, hasta tal punto que los servicios agronómicos del Gobierno debieron auxiliar y orientar a los agricultores sobre cómo tratarlas. Así se señalaba en el periódico Extremadura. Diario católico (El Periódico Extremadura actual) en su número del 01/11/1938. En un artículo firmado por el ingeniero agrónomo Clemente Sánchez Torres, se decía:

"Es sobradamente conocida la importancia económica que en la región de la Vera tienen, entre otros cultivos, los frutales, particularmente en el Valle del Jerte, el cerezo, que no sólo surte el mercado nacional, sino que es base de exportación. En esta región se venía desarrollando con ritmo alarmante la "oruga del cerezo u oruga del piñón". Este valle del Jerte comprende los tres términos de mayor producción de cerezas, que son los de Cabezuela, Navaconcejo y Jerte, y sobre ellos organizamos dos campañas, la de invierno y primavera, con extensión suficiente para que los agricultores observaran directamente los resultados y economía de los tratamientos. Como la campaña de invierno era totalmente desconocida, la realizamos en mayor extensión que la de la primavera, obteniendo, tanto en una como en otra, excelentes resultados en cuanto a su eficacia y en cuanto a la enseñanza. 

En la campaña de invierno se trataron 56.525 árboles. La Sección Agronómica aportó gratuitamente la dirección, productos, aparatos y los jornales de los capataces de cada brigada, siendo de cuenta de los propietarios los obreros y caballerías para transportes. El coste de la campaña por árbol fue de 0'152 pesetas, de cuya cantidad correspondió satisfacer al propietario 0´087 pesetas.

Igualmente se realizó en el mismo valle otra campaña contra la "mosca de la cereza", cuyo ataque impide la exportación de esta fruta, con un total de 36.400 árboles tratados, con un coste de 0´127 pesetas por árbol".

    En segundo lugar, y ya para finalizar este acercamiento a la cereza durante las primeras décadas del siglo XX, a principios de mayo de 1939, tan solo un mes después de finalizar la guerra, y estando a punto de iniciarse la campaña de recolección, encontramos una curiosa referencia a las variedades de cereza existentes en el Valle y a sus respectivos precios en origen según sus categorías. Por su interés, aquí la reproducimos:

Clase Temprana menuda. Primera: 0,95 pesetas; segunda: 0,90; tercera: 0,90. 

Clase Temprana gorda. Primera: 1,40 pesetas; segunda: 1,30; tercera: 1,15.

Clase Pretera. Primera: 0,95 pesetas; segunda: 0,85; tercera: 0,80.

Clase Mollar. Primera: 1,20 pesetas; segunda: 1,10; tercera: 1.

Clase Jarandillana. Primera: 1,20 pesetas; segunda: 1,10; tercera: 1.

Clase Ambruneses. Primera: 0,95 pesetas; segunda: 0,85; tercera: 0,80.

Clase Garrafal. Primera: 0,70 pesetas; segunda: 0,55; tercera: 0,55.

Clase Picota Negra. Primera: 0,95 pesetas; segunda: 0,75; tercera: 0,75.

Clase Picota Colorada. Primera: 0,90 pesetas; segunda: 0,80; tercera: 0,70.

    El anuncio que establecía los precios, firmado por el Gobernador Civil de la provincia de Cáceres, también indicaba que:

"Los precios señalados son iniciales sobre punto de origen o almacén. Para los pueblos de Rebollar, Valdastillas, Piornal, Cabrero y Casas del Castañar, se considera como punto de origen el lugar denominado Parador de Ojalvo, en la carretera de Plasencia a Barco de Ávila. Los demás pueblos productores, Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Tornavacas, etc., cada uno se estima como punto de origen para la venta de toda la cereza producida en su término municipal respectivo".

    Casi 90 años después de esta referencia a las variedades y precios de este fruto, ya en pleno siglo XXI, la cereza es el indiscutible motor económico de la comarca. Lo que vino después de finalizar la Guerra Civil en cuanto al cultivo de este árbol que actualmente puebla las laderas de nuestro Valle...es ya otra historia que pronto abordaremos en una nueva entrada.

Encabezado del artículo aparecido en el periódico Extremadura. Diario católico (01/11/1938) en el que se habla de las plagas de la mosca del cerezo y la oruga del piñón que afectaban a los árboles del Valle.

 

Fotografía publicada en el periódico Pueblo. Diario del trabajo nacional, 24/11/1941. En ella, tomada en el término de Navaconcejo, aparece un hombre subido al tronco y dos, de pie, en el suelo, posando sobre el cerezo.

 

Cerezo de la variedad "Pico Colorado". Mediados de la década de 1960. Fotografía extraída del libro El cerezo en el Valle del Jerte, de Tomás Alonso Gavilán, publicado en 1967.





Cerezo de la variedad "Pico Negro". Mediados de la década de 1960. Fotografía extraída del libro El cerezo en el Valle del Jerte, de Tomás Alonso Gavilán, publicado en 1967.

jueves, 30 de noviembre de 2017

NUEVA PUBLICACIÓN: EL CARLISMO EN BADAJOZ

En el nuevo número de la Revista Sharia (nº 76, 2017), que edita la Asociación Amigos de Badajoz, participo con el trabajo titulado "El carlismo en Badajoz". Se trata de un breve texto el que se proporciona una panorámica general sobre el devenir de este movimiento a nivel local a lo largo de los siglos XIX y XX.


https://www.slideshare.net/amigosdebadajoz/sharia-n-76?from_action=save 

Por su interés, se reproduce a continuación el índice de contenidos de este número:

Editorial.- Luis de Morales: “Cuestión de Estado”.
El Carlismo en Badajoz. Juan Pedro Recio Cuesta.
Sebastián Montero de Espinosa: de frustrado mayorazgo a hospital. Manuel Cienfuegos Ruiz-Morote.
Los tres poetas: Pacheco, Lencero y Valhondo. Raquel Manzano González
Otra rehabilitación del baluarte de la Trinidad fue posible. Javier Teijeiro Fuentes.
Las pinturas de Morales en el Hospital de la Concepción. José Ramón González Rico.
Avituallamiento del Ejercito Extremeño durante el primer sitio a Badajoz en 1811. José Sarmiento Pérez.
Aportaciones a la historia de Badajoz por Tirso Lozano Rubio. Manuel Cienfuegos Ruiz-Morote.
Nuevo maltrato al patrimonio en Olivenza. Juan Manuel Vázquez Ferrera.
Juan Tovar en la toma de Badajoz. Eladio Méndez Venegas.
El tesoro prehistórico de Sagrajas, su recuperación y marcha a Madrid. Juan Javier Enríquez Navascués.