domingo, 14 de abril de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XIII): EL PUENTE CIMERO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DÉCADA DE 1970

    Hace pocas semanas, el investigador Pedro Emilio López Calvelo, desde Hervás, comentaba algunas inexactitudes publicadas en el Diario HOY en relación a un artículo dedicado a un suceso ocurrido en aquel municipio. Una de ellas tenía que ver con la fotografía que acompañaba al artículo, en donde se decía que era una fotografía de Hervás, cuando, en efecto, así no era.

    La fotografía es de Tornavacas. Y es, además, una fotografía inédita para muchos, del archivo fotográfico del Diario HOY, en la que se puede ver el Puente Cimero y parte de la Calle Real de Arriba.

    Llamado así por estar situado en la parte de arriba del pueblo, el Puente Cimero es uno de los monumentos señeros de la antigua villa, muy apreciado por paisanos y visitantes y cuya protección debe ser algo prioritario. Muchos son los siglos que tiene a sus espaldas ya que hasta hace pocas décadas ha sido el único puente existente dentro del núcleo de población para salvar, de un lado a otro, las aguas del río Jerte. De origen medieval -debió ser de las primeras construcciones impulsadas por los Condes de Oropesa tras declarar villa a Tornavacas, en el siglo XIV, e integrarla en su señorío-, por él pasó el séquito de Emperador Carlos V el 11 de noviembre de 1556 (siglo XVI), cuando se dirigía hacia su retiro en La Vera, y desde él, el mismo Emperador, observó a los mozos tornavaqueños pescar truchas que luego cenó. Por él también han transitado miles de cabezas de ganado a su paso por la villa, cuando la Calle Real era también vía pecuaria.

    Fue intensamente reformado en el siglo XVIII -pues así nos lo indican testimonios documentales y la inscripción que aún hoy perdura en uno de los laterales del puente- y, en tiempos ya muy recientes, más concretamente en el año de 2020, fue objeto de restauración -junto a la Puentecilla y la Picota- por parte de la Junta de Extremadura. En febrero de 2024, y contando con el visto bueno de técnicos de Patrimonio, se han rebajado unos centímetros del cemento superficial que actualmente tiene en la parte central de su firme, para así evitar el roce de los bajos de algunos vehículos.

Inscripción existente en uno de los laterales del puente que hace referencia a su reforma del siglo XVIII. "Se hizo esta obra siendo Alcalde...Año de 1727"

    La fotografía a la que dedicamos esta entrada, debe ser de los primeros años de la década de 1970, pues, como puede observarse en la misma, en la parte más baja de la calle, cercana al puente, ya están realizadas las obras de saneamiento y alcantarillado (desagües) y se están realizando en la Calle Real de Arriba. Unas obras para las que se presupuestaron 1.483.000 pesetas, adjudicadas al contratista Fermín Ibáñez Lacalle, de Malpartida de Plasencia, y que comenzaron en 1970, tal y como quedamos recogido en nuestro estudio "Tornavacas (1927-2017): 90 años de cambios y transformaciones". Estas obras, que se iniciaron primero en ambas plazas y se realizaron durante los primeros años de los 70, tuvieron como consecuencia directa la desaparición de gran parte del enrollado de la Calle Real y de ambas plazas (Iglesia y Ayuntamiento), que fueron sustituidos por cemento, y son recordadas por muchos paisanos, ya que cada vecino se encargó de retirar los rollos que estaban próximos a las puertas de sus casas.

Enrollado y caño, Calle Real de Arriba. Fotografía extraída de este mismo blog    



    Volviendo al protagonista de esta entrada, el Puente Cimero, no queremos acabar estas líneas sin señalar que es un monumento, a fin de cuentas, con siglos de historia y que ha visto pasar por él a decenas de generaciones de tornavaqueños. Una joya de nuestro patrimonio, que es nuestro deber legar, en buen estado de conservación, como así lo han hecho nuestros antepasados, a las generaciones venideras.

sábado, 6 de abril de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XII): EL PUENTE ANTIGUO DE LA GARGANTA BECEDAS

    Hay construcciones o monumentos que, desgraciadamente, bien por el desuso o por el inevitable paso del tiempo, están casi en el olvido. Una de ellas es el antiguo puente que servía para cruzar, de un lado a otro, la Garganta Becedas, situado muy cerca de lo que actualmente es el límite entre los términos municipales de Tornavacas y Jerte.

    Se trata de una obra de ingeniería verdaderamente interesante. En su construcción se utilizaron como machones (o estribos) dos rocas de grandes dimensiones existentes en el cauce de dicha garganta. Su base fue reforzada cuando, allá por los primeros años de 1900, se construyó el tramo correspondiente de la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila (actual N-110), pues así lo indican los grandes bloques rectangulares de granito visibles en la parte más baja de uno de los machones, cercana al cauce de la garganta, y que también se utilizaron en otras construcciones realizadas a principios del siglo XX asociadas a dicha carretera (muros del Puerto de Tornavacas, del puente de Cabezuela del Valle...)

Los machones del puente se apoyaron sobre las dos grandes rocas visibles, a derecha e izquierda, en la fotografía. En el medio, en el cauce de la garganta, uno de los machones ya desprendido

    Como suceso relacionado con dicho puente y que está aún bastante presente en el imaginario colectivo de los tornavaqueños, el 20 de julio de 1936, tan solo dos días después de iniciarse la Guerra Civil, este puente fue objeto de una acción de sabotaje por parte de militantes de izquierda de Tornavacas con la finalidad de impedir el paso de las tropas "nacionales" o franquistas que se dirigían desde Plasencia hacia Ávila para controlar las poblaciones de la zona a su paso. Inicialmente, el plan era volarlo por completo para evitar el tránsito de estas, pero finalmente lo que se hizo fue arrojar a la garganta algunos de sus elementos (barandillas, piedras, tablas de madera y otros de su superficie...) que impidieron, aunque por tan solo unas horas, el paso de vehículos y carruajes movidos por animales. Los tornavaqueños que inutilizaron el puente fueron arrestados, enviados presos a Plasencia y algunos de ellos no salieron de la cárcel con vida, algo de lo que nos ocuparemos, con toda la documentación que ya tenemos en nuestro haber, en entradas siguientes.

 En ambas fotografías se observa uno de los machones (el que está en dirección viniendo desde Jerte hacia Tornavacas), que aún sigue en pie sobre la roca, y el arranque del puente

    Algunos años después, este antiguo puente quedó inutilizado, al construirse uno nuevo, con algo más de anchura, que es por donde ha pasado el tráfico de la actual N-110 hasta la construcción de otro más nuevo hace poco más de una década.

    Transcurrido ya cerca de un siglo de aquel suceso ocurrido en la Guerra Civil, uno de los machones, desde hace años, se encuentra desprendido de una de las rocas, a causa de las frecuentes crecidas de la garganta, y caído en medio del cauce de la misma. Y, a lo que queda de aquel viejo puente que sirvió de tránsito a viajantes, a carruajes y a los primeros (pocos) automóviles que circularon por aquella carretera, solamente le acompaña el arrullar incesante de las aguas de la garganta y lo recuerda el nombre del paraje que se sitúa a sus alrededores.

Referencia al paraje del Puente Becedas durante los tiempos de la II República (1933). Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 25/03/1933

jueves, 28 de marzo de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XI): EL ACCIDENTE DEL AVIÓN ALEMÁN EN EL CALVITERO EN 1937 (I)

    La Guerra Civil de 1936 a 1939, un conflicto que tuvo para España unas consecuencias devastadoras (elevado número de pérdidas de vidas humanas, destrucción material...), no pasó desapercibida en el Valle del Jerte

    En nuestra comarca no se produjeron acciones de guerra considerables, al quedar la práctica totalidad de la misma, en los primeros compases del conflicto, bajo el control de las fuerzas del bando sublevado el 18 de julio de 1936 y encabezadas por Franco. Ello fue debido a la acción de los falangistas locales y de las fuerzas armadas que se posicionaron del lado de Franco (parte de la Guardia Civil y del Ejército), que en pocos días auparon a las instituciones locales a personas afectas al nuevo Estado que pretendían implantar.

    Pero sí es necesario destacar que la guerra sí se dejó sentir en otros aspectos. Por ejemplo, en el ir y venir de convoyes militares por la entonces carretera de Plasencia a El Barco de Ávila, en el sabotaje de algunas infraestructuras de la comarca por parte de personas que militaban en diferentes partidos o sindicatos de izquierdas (como el caso del puente de la Garganta de Becedas), en los ciertos conatos de resistencia que se dieron en diversas localidades o, siendo esta la más trágica, en los paisanos que perdieron su vida combatiendo en el frente (en ambos bandos) y en la violencia practicada (asesinatos o encarcelamientos) por las fuerzas sublevadas en julio del 36 sobre personas de izquierda de nuestra comarca, algo de lo que aún queda mucho por conocer, pero que ha sido un tema estudiado muy recientemente por el ya fallecido profesor Fernando Flores del Manzano, cabezueleño al que mucho debemos en el conocimiento de la Historia de nuestra comarca. En su trabajo "Episodios represivos en el Valle del Jerte durante la Guerra Civil (1936-1939)" (páginas 381-406), que ha sido publicado a finales de 2023 y cuya lectura recomendamos, se tratan estos pormenores.

    Realizada esta contextualización inicial, el hecho que protagoniza esta entrada está directamente relacionado con la Guerra Civil y con ese ir y venir de fuerzas militares que en ella participaron desempeñando diferentes funciones. El bando encabezado por el general Franco, que se levantó en armas el 18 de julio de 1936, no estuvo solo en la guerra que inició contra el Gobierno de la República. Y es que, pasadas ya varias décadas de la finalización del conflicto, diversas investigaciones han demostrado, con datos objetivos e irrefutables, que el bando de Franco contó con el apoyo económico, militar y logístico de la Alemania de Adolf Hitler y de la Italia de Benito Mussolini (al igual que la República contó con el apoyo de la U.R.S.S. de Stalin). Fue, por tanto, una guerra civil ocurrida en España pero que tuvo amplias implicaciones y repercusiones internacionales.

    Por parte de la Alemania nazi, entre otros recursos, el régimen de Hitler envió a España, para auxiliar al bando de Franco, cientos de aviones militares. La famosa Legión Cóndor, que protagonizó bombardeos como el de Guernica (abril de 1937), tuvo importancia, a nivel militar, por las operaciones realizadas. De esos aviones alemanes llegados hasta España que surcaron nuestros cielos, ciudades, pueblos y campos, muchos cumplieron con la misión que tenían encomendada, pero decenas de ellos tuvieron siniestros y sus tripulantes perdieron la vida.

    Y así sucedió en el acontecimiento al que dedicamos esta entrada. Por informaciones ya publicadas por Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de Plasencia, en el boletín digital Trazos, y por el investigador hervasense Pedro Emilio López Calvelo, sabemos que un avión alemán, Junker, cuando realizaba un servicio de transporte de correo, se estrelló en las inmediaciones del Calvitero, el punto más alto de Extremadura, el 16 de enero de 1937

Modelo de Junker protagonista del siniestro


     Días después de ocurrir el suceso y ya teniendo constancia de ello las autoridades, desde el Puesto de la Guardia Civil de Jerte, con fecha 29 de enero, se circulaba un oficio, firmado por el Capitán Higinio Gómez Franco, en el que se prohibía terminantemente subir a la zona del Calvitero a ninguna persona, desde ningún pueblo, "que no sea [de] la Comisión encargada de este servicio en el pueblo de Jerte", que era la única autorizada para iniciar, desde aquel pueblo, las labores de búsqueda. Además, puntualizaba que se estaban esperando órdenes del "alto mando" para recuperar los restos del avión siniestrado así como a sus tripulantes. 

Circular emitida desde Jerte. 29 de enero de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Esta prohibición de subir a la zona del siniestro se siguió circulando, en repetidas ocasiones, durante los meses posteriores al siniestro, pues con fecha 16 de febrero, también desde Jerte, el mismo Capitán de la Guardia Civil, Higinio Gómez Franco, informaba al Ayuntamiento de Tornavacas que se había recibido una orden de "que ninguna persona suba a la Sierra y Pico denominado "CALVITERO", sitio "REGAJO DE LAS VACAS", donde se hallan los restos de un Aparato trimotor Junkers del desgraciado accidente de aviación ocurrido el día 17 del próximo pasado mes de enero", tal y como observamos en el documento que aparece debajo de estas líneas y que hemos localizado en el Archivo Municipal de Tornavacas. Además, se ordenaba hacer pública, mediante bando, esta orden "para que por nadie pueda alegarse ignorancia de lo dispuesto, ya que los restos del Aparato están bajo la custodia y protección de la Falange Local de Jerte desde que ocurrió referido accidente".

Circular emitida desde Jerte. 16 de febrero de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Un documento muy similar al anterior en cuanto a su contenido, emitido desde la Jefatura Local de Falange de Jerte, también ha sido hallado por el investigador López Calvelo, ya fechado el 8 junio de 1937, en sus búsquedas en el Archivo Municipal de Hervás. Este documento también se halla en el Archivo Municipal de Tornavacas y viene a ser muy similar, en su contenido, a la orden emitida desde Jerte en febrero de 1937. En esta nueva circular, firmada por el Jefe Local interino de Falange de Jerte, Rodrigo Cepeda, en el que se señala que la fecha del accidente fue el día 16 de enero, se reiteraba la absoluta prohibición de acceder a los sitios mencionados en la circular anterior. A tal fin, instaba a las autoridades a "tomar las medidas y dar las órdenes oportunas para que ninguna persona y bajo ningún pretexto se permita ir a los lugares indicados sin la autorización de esta Organización local". Y la advertencia que lanzaba a quien incumpliera y/o desoyera esta orden era contundente, señalando que los "contraventores de estas órdenes serán detenidos y puestos a disposición de la Autoridad Militar". Así pues, el mensaje que se enviaba a la población era muy claro: nadie, sin contar con el permiso expreso de la Falange Local de Jerte o del Alto mando militar, se debía aventurar a ir a la zona en donde había ocurrido el siniestro.

Circular emitida desde la Falange Local de Jerte. 8 de junio de 1937. Archivo Municipal de Tornavacas

    Siguiendo con la reconstrucción de lo sucedido en los meses posteriores, Pedro Emilio López Calvelo proporciona un documento muy interesante, en el que se informaba que el 6 de agosto de 1937, un guía de veraneantes de Hervás que subió a la sierra acompañando a unos excursionistas, declaraba que:

"al llegar al sitio denominado El Torreón el exponente encontró a una distancia de doscientos metros del lugar precitado los restos de un aparato de aviación cogiendo el que suscribe un tubo de hierro gravado con la marca Junker y la cifra 11, 1 kilogramos  y número 1.677 y fecha 11-1-36 que entrega en este acto manifestando igualmente había cables y demás restos esparcidos por el suelo"

    Meses después del suceso, por tanto, se encontraban los primeros restos del avión siniestrado, que se enviaron inmediatamente al Gobierno Militar de Cáceres, pues esta institución así lo había solicitado. En cuanto a sus tripulantes, que eran seis y cuyos nombres conocemos también gracias a las indagaciones de López Calvelo, debieron morir en el lugar, no ya debido al impacto sino de frío, pues las condiciones meteorológicas de ese invierno fueron muy rigurosas, encontrándose el lugar completo de nieve y con temperaturas bajo 0º. En enero de 1937, guiándonos por los testimonios orales de algunos paisanos tornavaqueños ya recogidos hace tiempo que nos relataron las condiciones meteorológicas que recordaban de aquellos días (o que habían escuchado contar a sus mayores), se dieron varias jornadas de densas nieblas que impedían tener una visibilidad adecuada, siendo este, muy seguramente, el principal motivo que desencadenó el accidente del avión. Estos mismos testimonios orales también recordaban haber escuchado que los cuerpos de los alemanes fueron hallados, ya sin vida ("muertos de frío" o "congelados"), en el lugar del siniestro.

    En Tornavacas y Jerte este hecho ha sido siempre muy recordado y aún perdura en la memoria y recuerdos de no pocos paisanos, pues varios vecinos de ambos pueblos hicieron batidas por la sierra para ayudar a ubicar el lugar exacto del siniestro y para localizar los restos del avión. Por los testimonios orales, sabemos que en Jerte fueron custodiados también varios fragmentos del avión que fueron bajados, hasta allí, desde la sierra. Allí fueron trasladados también los cuerpos, ya sin vida, de los alemanes. Pasado ya un tiempo del suceso, paisanos de Jerte y Tornavacas siguieron subiendo a la zona del accidente y encontrando chapas, pequeños restos y otros efectos del avión y de sus tripulantes, conservándose algunos, hasta tiempos muy recientes, en domicilios particulares. Testimonios de paisanos que tenían ganado por la zona (cabras, vacas...) o que habitualmente la frecuentaban, también recuerdan haber visto algunos pequeños restos del aparato hasta tiempos bastantes recientes (década de 1960 y 1970).

Alrededores del Calvitero/El Torreón. Agosto de 2023.

    Por la investigación de López Calvelo, en donde cita un libro sobre la Historia de Béjar, sabemos que, al menos, otros dos aviones alemanes se estrellaron en otros lugares de la Sierra de Gredos también durante la Guerra Civil, aunque en los términos de localidades ya salmantinas, próximas a Tornavacas: La Hoya y Cantalgallo. En esta publicación que aborda la historia bejarana, es donde se cita el modelo de avión Junker (JU-52) que se estrelló en el Calvitero  y cuya imagen puede observarse en la parte superior de los párrafos anteriores.

    Pero esta historia no acaba aquí, sino que 20 años después del accidente, en agosto de 1957, ya en un tiempo lejano a la guerra pero en el que el suceso aún seguía muy presente en la memoria colectiva, se celebró un acto-homenaje, en memoria de los aviadores que perdieron allí la vida, en el mismo lugar en el que sucedió el siniestro: el Calvitero. Pero esa ya es otra historia, directamente relacionada con la Historia más reciente de Tornavacas, de la que nos ocuparemos en posteriores entradas.

Nota: agradecemos los testimonios orales aportados por Luis Pérez Cepeda, Luis Buezas Rodríguez (vecinos de Jerte) y Felipa Cruz Jiménez (Q.E.P.D.), Marco A. Benito y Carmen García (de Tornavacas), muy valiosos para conocer con mayor detalle este suceso.



domingo, 3 de marzo de 2024

CONFERENCIA "EL CARLISMO EN BADAJOZ Y SU PROVINCIA DURANTE LA GUERRA CIVIL A TRAVÉS DEL SEMANARIO BOINAS ROJAS"

    El jueves 7 de marzo, a las 19:00, en la sede de la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País de Badajoz (C/ San Juan, 6), tendrá lugar la conferencia titulada "El carlismo en Badajoz y su provincia durante la Guerra Civil a través del semanario Boinas Rojas".

 

Cartel anunciador de la conferencia
 

    Dicha conferencia se centrará en el análisis de la publicación periódica Boinas Rojas. Semanario tradicionalista de Extremadura, editada durante los primeros meses de 1937, y en las informaciones que contiene relativas al carlismo en Badajoz y provincia.

    La conferencia, que puede seguirse online (en directo y en diferido) en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/live/0aNr8_Mn_kY?feature=share, será presentada por Miguel Ángel Naranjo Sanguino, Director de la Sección de Historia de la RSEEAP.

lunes, 12 de febrero de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (X): LA LLEGADA DE LA LUZ ELÉCTRICA A TORNAVACAS

    Dentro de unos meses, en 2025, se cumplirán cien años de un acontecimiento que marcó un antes y un después en nuestra historia reciente y que impulsó el desarrollo moderno (económico, social...) de nuestro pueblo: la llegada de la luz eléctrica.

    En este acontecimiento, hay una protagonista indiscutible y esta no es otra que la Central Hidroeléctrica construida en las cercanías de la Garganta de Becedas, por todos conocida como la "Casa de la Luz", una construcción, hoy un tanto descuidada y olvidada por el paso del tiempo, cuya importancia pretendemos rescatar aquí y que será la protagonista de una serie de entradas en este blog, siendo esta la primera. 

Vista general de la fachada exterior de la "Casa de la Luz"

    La "Casa de la Luz", en donde, a través de un proceso mecánico, la fuerza del agua procedente de la garganta se convertía en energía eléctrica, comenzó a surtir luz eléctrica en el año de 1925. En los años anteriores (últimos años de la década de 1910 y primeros de la de 1920), se procedió a su construcción y a la instalación de la infraestructura necesaria (tendido eléctrico, transformador en el pueblo...) que hizo posible transportar esta energía desde su lugar de origen hasta el pueblo (existiendo, desde un punto a otro, una distancia de algo más de 3 kilómetros). 

    En este citado año de 1925, se firmó, entre el Ayuntamiento de la villa y el primer propietario e impulsor de la "Casa de la Luz", Cándido Álvaro Benito, vecino de El Barco de Ávila, el primer contrato de suministro de fluido eléctrico para el alumbrado público de Tornavacas. En este contrato, que tenía una duración inicial de cinco años (hasta el 31 de diciembre de 1930), el adjudicatario se comprometía a suministrar "el fluido eléctrico necesario para cincuenta y siete lámparas de filamento metálico" que se instalarían en diversos espacios de la vía pública (Calle Real y Camino vecinal), así como en las "escuelas [de niños y de niñas], Ayuntamiento y dependencias del mismo". El Ayuntamiento se comprometía a pagar 1.600 pesetas anuales, a trimestre vencido, por este servicio. En principio, el suministro debía estar garantizado "en todo tiempo diez minutos después de la puesta de sol hasta quince minutos antes de su salida". En la práctica, como veremos en posteriores entradas, esto no siempre se cumplía. Este alumbrado de luz eléctrica venía a sustituir al ya existente de faroles de aceite de petróleo, los cuales se ubicaban en diversos lugares estratégicos de la vía pública desde la década de 1850.

Contrato del primer alumbrado público para Tornavacas. Año de 1925

    De esta manera, al igual que sucedió en otras poblaciones de nuestro entorno también por esta misma época, con la construcción de importantes centrales como la de Solana de Ávila y otras más modestas en Jerte o Cabezuela, llegaba la luz eléctrica a nuestro pueblo, aunque, obviamente, sus características eran muy diferentes a la luz de la que disfrutamos hoy día. Y es que, el suministro inicial solamente daba para mantener unas horas encendidas dichas lámparas -y normalmente por la noche- y, en no pocas ocasiones, la potencia con la que llegaba la luz era insuficiente para cumplir con su función, sobre todo, en el verano -cuando el caudal de agua de la garganta mermaba considerablemente- y, más aún, cuando esta comenzó a ser utilizada, años después, en casas particulares por nuestros vecinos. Pero eso ya es otra historia que retomaremos en entradas posteriores.

viernes, 26 de enero de 2024

CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA. VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)". PLASENCIA, 25 DE ENERO DE 2024

    En la tarde del jueves 25 de enero, comenzando el acto a las 20:00 h. en la Sala capitular (De profundis) del Parador Nacional de Turismo de Plasencia, tuvo lugar la presentación del libro Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873).

    En el acto intervinieron, en el siguiente orden, Juan Carlos López Duque, Presidente de la Asociación Cultural Placentina "Pedro de Trejo"; María Luisa Bermejo Grande, Concejala de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Plasencia y Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de la ciudad, quien hizo una presentación del autor y, de manera muy somera, del contenido del libro.

    Tras estas intervenciones, tomó la palabra Juan Pedro Recio Cuesta, quien, como autor del trabajo, hizo un recorrido por la trayectoria vital de Serradilla, desde su nacimiento en Plasencia en 1801 hasta su fallecimiento en París en 1873, haciendo hincapié en la etapa correspondiente a su papel en la Primera Guerra carlista (1833-1840), en la que destacó por los importantes servicios prestados a la causa carlista, como militar, como agente diplomático y como miembro del Estado Mayor creado por don Carlos, de quien llegó a ser uno de sus hombres de máxima confianza.

El acto contó con la asistencia de unas 60 personas que llenaron al completo tan noble y bello lugar.

    La publicación está impulsada y patrocinada por el Centro de Estudios de Avià (Barcelona), dentro de su colección dedicada a la Historia del Carlismo, por la significativa relación que Serradilla tuvo con aquella zona geográfica cuando allí arribó en 1839 y acabó siendo designado Fiscal para investigar el asesinato del Conde de España.

miércoles, 24 de enero de 2024

LOS INICIOS DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA CARRETERA DE PLASENCIA A BARCO DE ÁVILA (ACTUAL NACIONAL 110) A SU PASO POR EL VALLE DEL JERTE

    Hoy día, la carretera nacional 110 (N-110), de titularidad estatal, vertebra de norte a sur, y viceversa, el Valle del Jerte. Es la principal vía de comunicación de la comarca y la que mayor volumen de tráfico soporta. Utilizada por propios y foráneos para circular por ella, en esta entrada hablamos sobre su historia, centrándonos en los orígenes de su construcción.

Señal de la carretera N-110 en el municipio de Santa María de los Caballeros (Ávila). Fuente: Google Maps   

    Para ponernos en contexto, hemos de comenzar diciendo que este relato tiene su punto de partida en la segunda mitad del siglo XIX, cuando en España se estaban construyendo miles de kilómetros no solamente de ferrocarril -en unos territorios más que otros, ya sabemos- sino también de carreteras. Estas nuevas vías de comunicación fueron concebidas para dar respuesta a las necesidades de aquellos momentos (aparición de los trenes, aumento de los carruajes y otros medios de transporte terrestres, principalmente movidos por tracción animal) así como para facilitar el desarrollo económico del país y para conectar de mejor manera unos lugares con otros, lo que, poco a poco, fue facilitando la movilidad no solamente de los recursos sino también de las personas.

    En nuestro caso, en el Valle del Jerte (conocido históricamente como Valle de Plasencia o de Tornavacas) existían, desde hacía siglos, vías de comunicación tales como el cordel o caminos de herradura, que unían unos pueblos con otros o la comarca con las vecinas del Ambroz o la Vera, pero no una carretera tal y como estas fueron concebidas en esta segunda mitad del siglo XIX: vías anchas, con un firme más estable por el que circularan carruajes, caballerías y, ya después en las primeras décadas del siglo XX, los primeros automóviles que empezaron a generalizarse, muy poco a poco, por España. 

Camino empedrado, de herradura, que conectaba el Valle con la Vera. Alrededores del Puente Nuevo (término de Jerte) en dirección hacia el Collado de las Yeguas

    El trazado de la actual nacional 110 que discurre por nuestra comarca, en su origen, recibió el nombre de carretera de Plasencia a Barco de Ávila, pues la principal función de esta nueva vía de comunicación era conectar estos dos núcleos de población, facilitar la movilidad entre los pueblos por los que pasaba y también de los recursos y viajeros que por ella circularan. Esta carretera ya aparecía proyectada en el año de 1877, en el cual se publicó la Ley de 11 de julio de 1877, aprobando el plan de carreteras del Estado, que sustituirá al de 6 de setiembre de 1864 (Gazeta, 23/07/1877). En esta Ley ya se aprobó la construcción, catalogada como de "tercer orden", de dicha carretera de "Plasencia al Barco de Ávila (Ávila) por Navaconcejo, Cabezuela y Puerto de Tornavacas".

    A partir de aquí, su trazado se sometió a estudio y años después -tras todo un proceso administrativo necesario, como ahora veremos, y el desmonte de toneladas de tierra y roca- se comenzó con su construcción, que se hizo por tramos, desde Plasencia hasta Barco. Durante las décadas de 1890, 1900 y 1910 se hicieron los principales trabajos en el Valle del Jerte -pormenores que desarrollaremos en posteriores entradas-, teniendo que expropiar para ello diferentes terrenos por los que pasaba su trazado, como vemos a continuación en el caso de Navaconcejo. En un anuncio insertado en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 9 de marzo de 1887, se hacía pública la "Relación nominal de los interesados á quienes se les ocupa parte de sus fincas con motivo de las obras de los trozos 1º, 3º, 4º y 5º de la carretera de Plasencia a Barco de Ávila".

Expropiaciones de terrenos en Navaconcejo. Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 09/03/1887

    También, en los diferentes pueblos por los que pasaba cerca o muy cerca de su casco urbano (Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas) y en los que quedaban próximos a ella (Piornal, Valdastillas, Casas del Castañar, Cabrero, El Torno, Rebollar o Barrado), durante las primeras décadas ya del siglo XX, se construyeron y adecentaron los caminos vecinales desde los mismos para conectarlos con la carretera. Estos caminos debían ser también anchos y tener un firme aceptable para facilitar el acceso a esas poblaciones desde la carretera, y viceversa.

    Como nota final en este primer acercamiento a los orígenes de la N-110 en nuestra comarca y entorno más cercano, señalar que en el año de 1913 se inauguraba el tramo que pasaba por Casas del Puerto de Tornavacas (hoy Puerto Castilla), ya en la vecina provincia de Ávila. Por aquel entonces, cuando habían transcurrido algo más de 30 años desde la aprobación oficial de su construcción, comenzaron a circular por ella, de manera muy esporádica, los primeros automóviles que generaban expectación entre los lugareños -tal y como se puede comprobar en la siguiente noticia- y los cuales aún tardarían décadas en comenzar a ser habituales en los pueblos de la comarca. Pero eso ya es otra historia de la que nos ocuparemos en otro momento, pues en esta ocasión vamos a terminar esta entrada señalando que, tras haber pasado ya algo más de 100 años desde su finalización, aún se pueden observar algunos elementos originales de aquella primitiva carretera que cruzó, de sur a norte, el Valle del Jerte.

El Diario de Ávila. Periódico de la tarde, 24/05/1913


domingo, 21 de enero de 2024

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA: VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)". PLASENCIA, 25 DE ENERO DE 2024.

La Asociación Cultural Placentina "Pedro de Trejo" ha organizado la presentación del libro

Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873), editado por el Centre d'Estudis d'Avià (Barcelona, 2023), dentro de su colección de Historia del carlismo.

La misma tendrá lugar el 25 de enero, jueves, a las 20:00, en el Parador Nacional de Turismo de Plasencia.

La presentación correrá a cargo del autor, Juan Pedro Recio Cuesta, e intervendrán Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de la ciudad, y Juan Carlos López Duque, Presidente de la A.C.P.  "Pedro de Trejo".

Se adjunta cartel del acto y una breve reseña del libro.
 



jueves, 30 de noviembre de 2023

PUBLICADO EL LIBRO "CARLISMO, MILICIA Y DIPLOMACIA: VIDA Y OBRA DE DON ANTONIO JESÚS DE SERRADILLA Y ALCÁZAR (1801-1873)"

El Centre d´Estudis d´Aviá (Barcelona), dentro de su colección dedicada a la Historia del carlismo (publicación número 13), ha publicado el libro titulado Carlismo, milicia y diplomacia: vida y obra de Don Antonio Jesús de Serradilla y Alcázar (1801-1873).

Portada del libro

El libro aborda la trayectoria vital de don Antonio Jesús Serradilla y Alcázar, militar extremeño nacido en Plasencia en 1801. De manera especial, se centra en la etapa relativa a la Primera Guerra carlista (1833-1840), cuando Serradilla se convirtió en uno de los hombres de confianza de don Carlos, siendo uno de sus agentes diplomáticos en el extranjero en países como Francia o Italia, y actuó como fiscal del proceso judicial iniciado tras el asesinato del Conde de España en tierras catalanas en 1839.

El precio del libro es de 10€ y próximamente, en este mismo espacio, se anunciarán los puntos de venta.

jueves, 9 de noviembre de 2023

CONMEMORACIÓN DEL PASO DEL EMPERADOR CARLOS V POR TORNAVACAS. 10 Y 11 DE NOVIEMBRE DE 2023.

Tornavacas celebra, un año más, su ya habitual recepción al emperador Carlos V, que tendrá lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2023.

Para ello, el Ayuntamiento tornavaqueño ha diseñado un programa de actos, enmarcados en la programación oficial de la Otoñada 2023 en el Valle del Jerte, que incluye con actividades para todos los públicos.


 

VIERNES 10

17:00h: Inauguración exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

Jornadas históricas sobre el emperador Carlos. Casa de Cultura.

18:00h: Presentación e inauguración de las jornadas.

18:15h: Ponencia de Juan Pedro Recio Cuesta, historiador y cronista oficial de Tornavacas: El Valle del Jerte y la villa de Tornavacas en la época del emperador Carlos V.

19:00h: Ponencia de Iván Hernández Montero, historiador del arte: Los estilos artísticos europeos en las representaciones visuales del emperador Carlos.

19:45h: Charla-coloquio con asistentes y cierre de las jornadas.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.


SABADO 11

10:00h: Visita guiada a Tornavacas y al interior de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por Juan Pedro Recio Cuesta. Inscripción previa en lascarceles@tornavacas.es o en el teléfono 681 914 609


10:30h - 11:30: Rincón de Cuentacuentos infantil con Flori. El Corralón. Calle Real de Abajo, 20.

A partir de las 11:00h. Exposición de casas y maquetas de Tornavacas de Pepe Jiménez. Casa de la Pasión.

11:00h - 16:00h: Jornada de puertas abiertas. Centro de Interpretación Las Cárceles. Ayuntamiento de Tornavacas.

11:00h: Mercado Imperial con puestos de artesanía y productos de la zona. Música y animaciones por Kamaru Teatro. Inmediaciones de la Iglesia y de la Plaza del Ayuntamiento.

12:00h: Desfile recibimiento del emperador Carlos con población local y Kamaru Teatro. Calle Real de Arriba, Puente Cimero, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

12:30h: Discurso del Emperador con Kamaru Teatro y grupo infantil de baile de Tornavacas. Plaza de la Iglesia.

A partir de las 13:00h: Pinchos tradicionales elaborados por asociaciones locales (Asociación de Mujeres Renacer, AMPA y Asociación de Montaña y Senderismo). Gran Calbotada Popular (Asociación de Mayores).

14:00h: Cata de Gloria + Cata de poemas de Gloria Fuertes (Club de Poesía de la Biblioteca de Tornavacas).

16:00h: Concierto de música antigua por parte de Hexacordo. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Entrada libre hasta completar aforo.

Al atardecer el tradicional Toque de la Esquila. Calle Real de Arriba, Plaza de la Iglesia, Calle Real de Abajo.

Fuente: https://www.otonadavalledeljerte.com/carlos-v/