miércoles, 24 de octubre de 2012

<<¿Está Franco en Cáceres?>> o de cómo el marketing no es cosa de nuestros días.

¿Está Franco en Cáceres? Así reza un llamativo titular en el períodico Nuevo Día, autodenominado como diario de la Provincia de Cáceres.

Cabecera del períodico Nuevo Día. Nº 1.337. 2 de enero de 1931.
Fuente: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (BVPH)

¿Quién es nuestro protagonista?, ¿quién es ese tal Franco? y ¿qué hace, supuestamente, en Cáceres un 2 de enero de 1931? Estas preguntas fueron algunas de las que se me pasaron al leer este titular tan sugerente. Pero el asunto trae cola. Veamos pues...

Seguramente, el 99,9% de las personas que lean esto, inevitablemente, se les vendrá a la cabeza el Franco por excelencia del S. XX; sí, el hombre que estuvo en el poder más de cuarenta años tras resultar vencedor en una cruenta guerra que asoló el territorio nacional durante tres largos años.
Cuando leí el titular por primera vez, yo también estaba dentro de ese 99,9% de personas que creían que el titular estaba dedicado al dictador, pues teniendo en cuenta el contexto en el que se produce, no sería de extrañar.

Aunque no sea nuestro Franco, todo queda en familia, puesto que el titular hace referencia al hermano del dictador: Ramón Franco Bahamonde, figura aún hoy rodeada de miles de especulaciones y conocido, entre otros aspectos, por protagonizar una odisea digna de película de Hollywood: él y su tripulación lograron cruzar el Atlántico, no sin dificultades, en avión. Fue aquella famosa hazaña del Plus Ultra allá por el año 1926.

Pero nuestra curiosidad histórica no va por ahí; Ramón, aparte de aventurero, también es recordado por su actividad y posicionamiento político. Y es aquí donde nos detenemos en el curioso artículo aparecido en la prensa cacereña.

Siendo Ramón un hombre con un marcado carácter progresista, en diciembre del año de 1930 participó -siendo uno de los cabecillas- en la conocida como sublevación de Cuatro Vientos: acto que perseguía derrocar el régimen político del general Primo de Rivera. Según los testimonios recogidos, incluso, durante su huida, lanzó una serie de pasquines incitando a la aviación a bombardear el mismísimo Palacio Real.  No teniendo la operación el éxito esperado, nuestro protagonista marchó al exilio. El país vecino, Portugal, fue su lugar de residencia temporal hasta que fuera proclamada, en abril del año siguiente, la II República española. Hoy en día, todavía es una figura que sigue dando de hablar; más aún, cuando su la relación con su propio hermano, Francisco Franco Bahamonde, cuando estalló la Guerra Civil, no era la habitual entre personas que llevan la misma sangre por la afección del héroe del Plus Ultra a la República.

Artículo del diario Nuevo Día. 2 de enero de 1931.
 Fuente: Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (BVPH)


Pero volvamos al contexto en el que aparece el artículo en la prensa provincial. En ese clima de confusión por el paradero de nuestro aventurero, pues habían pasado escasos días desde la intentona de sublevación -la fecha del periódico es del 2 de enero de 1931- los redactores del Nuevo Día plantean la hipótesis -seguramente de manera interesada y alentada por una tercera parte, como veremos - de que "el heroico aviador" pudiera estar en Cáceres nada menos que para"adquirir trajes, abrigos y pellizas" en un "acreditado comercio" de la capital de provincia.

"La Muñeca" - esa tercera parte de la que hablamos- que así se llamaba dicho comercio, aprovechó la hazaña del aviador en pro de aumentar sus beneficios. Y, ¿quién sabe?, seguramente vio aumentadas sus ventas gracias a la difusión del artículo .

Así pues, sólo nos queda decir que el marketing no es cosa de nuestros días...

1 comentario:

  1. EL OTRO FRANCO.
    Lo recuerdo saludandons al grupo o escuadra que formamos en la Plaza de Cáceres, a cada uno nos dio la mano.
    Era común desfilar para él, no se si tenía la edad de estar en el colegio Paideuterium, creo que sí. Tenía calzona corta. En Magisterio eran los profes de Formación del Espiritu Nacional los que designaban a los asistentes a desfiles y demñas, uniformados de los pies a la cabeza, en la cabeza una gorra roja...Mi primer campamento oblegatorio en Jerte, para el título de Profesor. Sil él campamento no había Graduación de Magisterio.

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