Hace unos días publicábamos un artículo de divulgación titulado "La "maderada" en Extremadura o de cuando el río Jerte era utilizado para transportar madera de roble" (El Periódico Extremadura, 19/10/2025), en el que abordábamos un fenómeno histórico singular, que se desarrolló en las décadas finales del siglo XIX y en los primeros años del XX y que tuvo como protagonista central al río Jerte: el transporte de madera de castaño y de roble por su cauce hasta Plasencia.
Tal y como apuntábamos en ese artículo, debemos tener en cuenta que, en aquel contexto histórico, en la comarca aún no existía una vía terrestre que reuniera las condiciones para transportar esa madera, pues la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila aún no estaba, al completo, finalizada. Una madera que, procedente de los frondosos castañares y robledales que había entonces en el valle, fue utilizada, en su gran mayoría, para la construcción de traviesas destinadas a las vías del ferrocarril ya existentes. También, otra buena parte de ella, como veremos, fue vendida por tratantes de madera una vez llegaba esta a Plasencia. Era un tiempo, por tanto, en el que existía una importante demanda de madera. Y, además, la corta de estos árboles, así como el traslado de su madera desde los montes y sierras hasta el río, fue un trabajo que desempeñaron cientos de nuestros paisanos, pues eran estas unas labores que requerían bastante mano de obra.
Por la singularidad de este fenómeno histórico, único en Extremadura en aquel contexto, vamos a dedicar esta entrada a ampliar la información contenida en nuestro artículo de divulgación, analizando algunos testimonios documentales que nos indican, de manera indiscutible, que el río Jerte fue utilizado como vía de transporte de dicha madera.
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| Zona próxima al nacimiento del río Jerte, en el término municipal de Tornavacas. Marzo de 2023. |
Veamos el primero. Nos situamos en el año de 1883, cuando la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila ni se había comenzado a construir aún en sus primeros tramos. Entonces, las principales vías de comunicación eran el secular Camino Real y los diferentes caminos de herradura que unían unas zonas de la comarca con otras, así como esta con las próximas del Ambroz y la Vera. Por aquel entonces, la economía del valle era muy distinta a la actual, muy diversificada. Había una muy numerosa cabaña ganadera (en donde sobresalían las cabras y las vacas) y la agricultura que se practicaba era de policultivo (castaños, vides, olivos, cerezos...). Destacaban también otros cultivos como la patata, diferentes hortalizas, verduras o cereales, como el centeno o el trigo, que luego se trillaban en las múltiples eras entonces existentes. Estos recursos, además de ir destinados para el autoconsumo de las familias del valle, también se vendían en lugares cercanos (Plasencia o pueblos del Partido Judicial de El Barco de Ávila). El paisaje era también diferente al actual (existencia de una mucha menor superficie de bancales o terrazas), contando el valle con una notable masa forestal de robles y castaños así como con numerosos prados. Y esa destacada y rica arboleda, buena parte de ella situada en terrenos ya desamortizados -antiguamente de propiedad comunal o municipal- que se convirtieron en dehesas o fincas particulares, fue aprovechada, por diferentes personas y empresas -en su mayoría, de fuera de la comarca-, para obtener madera, tal y como nos indica esta primera referencia a analizar del año de 1883. En la misma (que apareció en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 30 de noviembre), se incluía la petición de don José R. Inchaurrandieta, "Director facultativo de la Sociedad «La Forestal Extremeña», domiciliada en Madrid", dirigida al Gobernador Civil de la provincia de Cáceres y que decía así:
"Estando llevándose á efecto la explotación de los montes adquiridos para dicho objeto por la referida Sociedad; y habiendo construidas ya gran número de traviesas de roble para Ferro-carril, se hace preciso utilizar las aguas del rio Jerte para transportar aquellos productos á flote hasta Plasencia por la falta absoluta de vias terrestres en el valle del mismo Jerte, cuyas vertientes la constituyen en parte dichos montes, aprovechándose para ello las épocas de regulares crecidas en el rio mencionado, sin lo cual habia de paralizarse la explotación con graves perjuicios de los intereses particulares de la Forestal y de los generales de la comarca por el gran número de braceros que se ocupan ya en estos montes, cuyo número aumentará con el desarrollo de esta industria. Por tanto, á V.S. suplica que con arreglo al art. 141 de la ley de aguas de 13 de Junio de 1879 y previo el señalamiento de la fianza que haya de prestar la Sociedad «Forestal» y demás trámites necesarios, se sirva V.S. autorizar á la misma para que en las épocas de algun aumento en las aguas del rio Jerte, pueda conducirse hasta Plasencia por medio de simple flotación, las traviesas que se fabriquen en estos montes, sin perjuicio de las industrias que legalmente se encuentran establecidas á las cuales en nada afectará el uso de la autorización que espera de la reconocida rectitud de V.S."
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| Extracto de la solicitud presentada por la Sociedad «La Forestal Extremeña». Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 30/11/1883. |
Esta petición, en la que se indicaba que muchos paisanos estaban trabajando en la corta de madera así como en la elaboración de las traviesas, fue autorizada, como veremos a continuación, una vez superó los trámites administrativos correspondientes.
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| Crecida del río Jerte a su paso por Tornavacas. Diciembre de 2022. |
Y sigamos. En el año de 1899, en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 22 de marzo, apareció la solicitud de "D. Diego Mora y Román en representación de don Juan Martínez, contratista de traviesas para los ferrocarriles de Madrid á Cáceres y á Portugal y de Plasencia á Astorga, en la que pide autorización para conducir por el rio Jerte hasta Plasencia las traviesas que extrae en los términos municipales de Jerte, Cabezuela y Navaconcejo".
Esta solicitud recibió una reclamación por parte de "varios vecinos de Plasencia dueños de huertas y molinos lindantes con el rio en el trayecto" propuesto por el solicitante, quienes pedían que, en caso de concederse la autorización, el transporte de la madera quedara "bajo inspección facultativa" y que, en el caso de que ocurrieran, fueran indemnizados "los daños y perjuicios que les ocasione por abandono ó impericia". Aunque se tuvo en cuenta esta reclamación, el Gobernador Civil finalmente autorizó esta nueva solicitud ya que "casi todo ese trayecto del rio Jerte lo ha utilizado anteriormente con el mismo objeto la Sociedad la Forestal Extremeña" y, además, como veremos, don Diego Mora debía abonar una fianza que iría destinada a cubrir los posibles daños que se produjeran durante el transporte de dicha madera.
Así pues, quedando concedida esta autorización, el solicitante debía de cumplir una serie de condiciones, las cuales, por su interés, reproducimos literalmente a continuación:
1. Se autoriza á D. Diego Mora y Román, vecino de Plasencia, para conducir maderas por el rio Jerte desde el pueblo de Jerte hasta Plasencia, aprovechando las crecidas desde el mes de Noviembre al de Mayo ambos inclusives.
2. Esta concesión solo se otorga por el tiempo que dure la explotación de traviesas en los términos municipales de Jerte, Cabezuela y Navaconcejo.
3. El peticionario afianzará el pago de los daños y perjuicios que ocasione en las fincas y molinos situados en las márgenes del trayecto antes indicado, depositando 1.000 pesetas en la caja de la Delegación de Hacienda de esta provincia.
4. Son también de su cuenta la adquisición ó indemnización en los terrenos que ocupe para la formación de balsas; los perjuicios que ocasione en puentes y obras públicas y la remuneración al personal facultativo encargado de velar por el cumplimiento de estas condiciones, si lo requiriesen.
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| Río Jerte a su paso por Cabezuela, cerca del término municipal de Navaconcejo. Octubre de 2025. |
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| Extracto de la solicitud presentada por Diego Mora y Román. Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 22/03/1899. |
Como dato de interés sobre esta solicitud, destacar que, el interesado, don Diego Mora Román, era propietario de una fábrica de maderas en Plasencia, que incluso salió anunciada en varias ocasiones en la prensa provincial, tal y como mostramos a continuación, especificando que disponía de madera de castaño procedente del monte Reboldo de Jerte.
Ya iniciado el siglo XX, en el año de 1901, cuando ya la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila se encontraba construida hasta Cabezuela, nos encontramos con una nueva solicitud para transportar maderas por el Jerte, en este caso suscrita por don Ángel Sáenz de Heredia, vecino de Madrid, quien había comprado maderas de roble "procedentes de corta en fincas particulares enclavadas en términos de Tornavacas y Jerte" (así aparece en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 26 de enero de 1901). Esta solicitud, pese que tuvo algunas reclamaciones de varios vecinos de "Cabezuela, Valdastillas y Plasencia" que fueron desestimadas, también fue aprobada y el autorizado, para realizar el transporte de la madera, debía cumplir con las siguientes condiciones que aparecieron publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres del 22 de junio de ese mismo año:
1. Se autoriza á D. Ángel Sáenz de Heredia para conducir por el rio Jerte, la madera de roble procedente de la corta que está efectuando en las fincas denominadas Talamanca y Tejadillo, sitas en los términos de Tornavacas y Jerte.
2. El trayecto en que ha de hacerse la flotación es el comprendido entre Tornavacas y Plasencia, y habrá de realizarse aprovechando las crecidas del rio desde Octubre á Mayo, ambos meses inclusives.
3. Esta concesión sólo se otorga por el tiempo que dure la extracción de las maderas contratadas por D. Ángel Saenz de Heredia, en las fincas mencionadas.
4. Son de cuenta del solicitante los gastos que ocasione la adquisición ó la indemnización de los terrenos que ocupe para formar balsas, y el abono de los perjuicios que ocasione en los puentes y demás obras públicas.
5. El peticionario afianzará el pago de todos los daños y perjuicios que ocasione, depositando mil pesetas en la Caja de la Delegación de Hacienda de esta provincia, sin perjuicio de las acciones que al Estado, entidades ó particulares correspondan, si la cuantía de la fianza no bastase para cubrir sus responsabilidades.
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| Extracto de la autorización concedida a don Ángel Sáenz de Heredia. Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 22/06/1901. |
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| Río Jerte a su paso por Navaconcejo, en la zona conocida como "El Pilar". Octubre de 2025. |
Y por último, en 1902, don Manuel Sánchez Rodilla, vecino de Cantalapiedra y apoderado de don Gonzalo Paradinas, solicitó autorización "para conducir maderas serradas y en bruto por el río Jerte", la cual le fue concedida con las siguientes condiciones (que figuran en el Boletín Oficial de la provincia de Cáceres del 31 de octubre):
1. Se autoriza á D. Manuel Sánchez Rodilla, apoderado de D. Gonzalo Paradinas, para conducir por el río Jerte las maderas serradas y en bruto procedentes de la corta que está efectuando en la finca llamada «Baldío de Vaquerizas», sita en término de Valdastillas.
2. El trayecto en que ha de hacerse la flotación es el comprendido entre Valdastillas y Plasencia y habrá de realizarse aprovechando las crecidas del río desde Septiembre á Junio, ambos meses inclusive.
3. Esta concesión solo se otorga por el tiempo que dure la extracción de las maderas procedentes de referido monte.
4. Son de cuenta del solicitante los gastos que ocasione la adquisición ó la indemnización de los terrenos que ocupe para formar balsas y el abono de los perjuicios que ocasione en los puentes y demás obras públicas.
5. Antes de dar principio á la explotación remitirá el concesionario á este Gobierno un acta suscrita por los interesados en que se haga constar el estado actual de la presa sita en la ribera de Plasencia, acompañada de los planos y perfiles necesarios para la exacta representación de la obra, siendo de su cuenta los gastos que ocasione la formación de estos documentos, que han de servir en su día para estimar los perjuicios ocasionados en dicha presa.
6. El peticionario afianzará el pago de todos los daños y perjuicios que ocasione, depositando mil pesetas en la Caja de Depósitos de esta provincia, sin perjuicio de las acciones que al Estado, entidades ó particulares correspondan, si la cuantía de la fianza no bastase para cubrir sus responsabilidades.
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| Extracto de la autorización para conducir maderas por el río Jerte desde Valdastillas hasta Plasencia. Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 31/10/1902. |
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| Río Jerte a su paso por Plasencia. Octubre de 2025. |
Aunque el mayor pico de demanda de madera se concentró en estas décadas tratadas (1880, 1890 y primeros años de la de 1900) por la necesidad de la fabricación de las traviesas para el ferrocarril y para su empleo en otros productos ya elaborados (andamios, muebles, vigas...), pocos años después, a finales de la década de 1900, la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila ya llegaba hasta Tornavacas. Y circunstancia ya posibilitó el traslado de esta madera por vía terrestre, bien, en su mayoría, a través de tracción animal (por arrastre o por carros movidos por animales) y, en menor medida, mecánica (pues los primeros camiones comenzaron a circular por la comarca ya avanzada la década de 1920).
Cuando se realizaba el transporte de madera por el río, el agua del mismo, en sus épocas de crecida, lo hacía prácticamente todo. La misma, por lo general, ya fuera madera en bruto o traviesas elaboradas, se lanzaba al cauce en diferentes puntos en pequeños "paquetes" atados con sogas. Por parte de pequeñas cuadrillas de hombres, que iban siguiendo su trayecto por determinadas zonas del cauce, se supervisaba la flotación para que dicha madera, en su recorrido, no se detuviera con los obstáculos que pudiera encontrar a su paso (retenciones naturales de piedras, pilares de los puentes u otros objetos existentes en el cauce). En Plasencia, lugar en donde el río ya bajaba con menor bravura, se realizaban balsas artificiales, a las que hacen referencia las autorizaciones analizadas, en donde se detenían las maderas para ser posteriormente recogidas.
Para ir finalizando, como decíamos líneas más arriba, el transporte de madera por vías fluviales, también conocido como "maderada", tuvo una gran importancia en otras regiones madereras de España y es un fenómeno que lleva asociado un importante patrimonio inmaterial (conocimientos, habilidades, técnicas, vivencias...) y material (gancheros, navatas...), como así lo quedó reflejado José Luis Sampedro en su novela El río que nos lleva.
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| Imagen de transporte de madera por el río en la provincia de Huesca, hacia 1906. Fuente: Mis cosas de Jaca |
En Extremadura, debido, principalmente, a las características de la mayoría de sus ríos (en cuanto a pendiente, caudal, recorrido...), esta práctica, en este contexto histórico (finales del XIX y principios del XX) estuvo limitada al río Jerte, por el cual las maderas viajaron decenas de kilómetros desde las diferentes poblaciones de la comarca hasta llegar a Plasencia. Unas maderas que, si no hubiera sido de esta manera, no podrían haber sido transportadas de otro modo (ni por el Camino Real ni por los caminos de herradura, por sus dimensiones).
En la comarca, cuando han transcurrido ya más de cien años de esta práctica que queda ya lejana en el tiempo, aún perduran testimonios de nuestros paisanos que recuerdan haber escuchado a nuestros mayores hablar de ella. Por ejemplo, Juan Carlos López Duque, Cronista Oficial de Cabezuela del Valle, nos informaba de sus recuerdos procedentes de su ámbito familiar, indicándonos que su abuela le contaba que "la gente se acercaba al puente a ver pasar los troncos".
Y aunque nosotros nos hayamos limitado a tratar unas décadas concretas (finales del siglo XIX y principios del XX), nos atrevemos a decir que es muy probable que esta práctica también se realizara desde fechas mucho más remotas, coincidiendo con ocasiones puntuales en las cuales existiera una alta demanda de madera para realizar o fabricar determinadas construcciones u objetos.
Para concluir, señalar que en el Valle del Jerte en general y en algunos de sus pueblos, como Jerte y Tornavacas, de manera especial, la corta de robles -y también de castaños- ha sido una práctica que ha continuado hasta hace pocas décadas. Un trabajo que, aunque también ha tenido su contraparte negativa (desaparición de ejemplares singulares de castaños y robles), ha sido llevado a cabo por parte de nuestros mayores para posteriormente trasladar su madera, a base de un enorme esfuerzo físico, desde las sierras y montes hacia la carretera, ya entonces existente, donde era recogida por camiones.
Pero esta ya es otra historia que merecerá nuestra atención en próximos escritos, pues no debemos olvidar que el bienestar material del que disfrutamos hoy se debe, en gran parte, al esfuerzo y trabajo de una generación irrepetible que vivió en unas duras condiciones y salió adelante en las décadas más difíciles del pasado siglo XX.
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NOTA: Aunque el río Jerte y el transporte de madera por el mismo han sido los protagonistas de esta entrada, aprovechamos estas líneas para indicar que existen testimonios, aunque ya de las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo XX, que nos hablan que esta práctica también se realizó en Sierra de Gata, aunque localizada en ciertos municipios como Descargamaría y en tramos concretos del río Árrago. Agradecemos al profesor Juan García Pérez haber localizado esta referencia en la obra de Alonso García Delgado y Juan Carlos García Delgado, Descargamaría. Un pueblo de la Sierra de Gata.










