Medio año se ha cumplido ya desde que el coronavirus, la primera pandemia virulenta del siglo XXI, comenzó a azotar a nuestro país. A lo largo de estos meses, se han escrito ríos de tinta sobre las diferentes pandemias que han afectado a la humanidad a lo largo de la Historia. La peste negra, la tuberculosis o la mal llamada gripe "española", son algunas de las enfermedades epidémicas que, por su expansión territorial, por su extensión en el tiempo y por su letalidad, han sido objeto de atención.
En nuestra entrada de hoy, vamos a ocuparnos del impacto que tuvo la pandemia de gripe iniciada en 1918 y que se extendió hasta 1920, año en el que la enfermedad fue remitiendo y descendió, de manera considerable, la mortalidad asociada a la misma. Citábamos antes que a esta gripe se la conoce, de manera errónea, como la gripe "española", pues no tuvo su origen en España, sino que el primer caso que se detectó fue en Estados Unidos. El principal motivo de que así se la conozca, fue debido a que en los periódicos de España, país neutral en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se informaba de manera extensa sobre el estado y la evolución de la gripe, mientras que en otros muchos países apenas se hablaba de ella, bien por intentar ocultar su virulencia o bien porque la información suministrada estaba más bien centrada en los avatares de la Primera Guerra Mundial.
Realizada esta aclaración, hay que destacar el fuerte impacto que tuvo esta gripe pandémica a nivel mundial. Tras una rápida expansión, comenzó a producirse una fuerte mortalidad, hablándose de cifras totales de fallecidos que llegan a superar los 50 millones de personas. Si el lector desea conocer más datos generales de la pandemia, se recomienda leer este artículo divulgativo.
En cuanto a la incidencia de dicha gripe en la provincia de Cáceres y, de manera especial, en nuestro pueblo, Tornavacas, debemos señalar que la situación a principios del otoño de 1918 ya comenzaba a preocupar. Si bien, hasta entonces, su impacto no había supuesto una preocupación seria para la salud pública, a finales de septiembre de dicho año de 1918 algunos de los periódicos provinciales ya comenzaban a hacer referencia a la situación que la gripe estaba provocando en numerosos municipios cacereños. Así, el 23 de septiembre, en el rotativo El noticiero. Diario de Cáceres, se informaba que la gripe, que tanta alarma y estragos estaba causando en España, había entrado con fuerza en la provincia. Según las noticias oficiales facilitadas por el Gobierno Civil, eran ya muchos los pueblos en donde se estaban registrando contagios y defunciones.
De esta información oficial, sobresalen los siguientes casos:
- En Hoyos había unas 70 personas con gripe, habiendo fallecido un vecino de este pueblo debido a una bronconeumonía.
- En Guijo de Galisteo había 20 (una de ellas era el médico) y aún no se había producido ningún fallecimiento.
- En Casas del Monte 40 contagiados, habiendo fallecido uno.
- En Navalmoral de la Mata los afectados ascendían a 120 y se habían producido dos fallecimientos.
- En Gargantilla 20 enfermos.
- En Hervás 31 afectados, todos ellos sin gravedad.
- En Peraleda de la Mata 30 enfermos, sin ninguna defunción.
En el parte oficial publicado en este mismo diario, también aparecía el caso de nuestro pueblo, Tornavacas, que vamos a destacar por su singularidad. Según se señalaba, la epidemia había entrado con fuerza en nuestra antigua villa y, a finales de septiembre de 1918, ya se encontraba contagiada "la tercera parte del vecindario". Si tenemos en cuenta que la población, en aquel año, era de unos 1.650 habitantes, de ese total, unos 550 paisanos se encontrarían ya afectados, de diversa consideración, por la enfermedad. Muy probablemente, la de contagiados, sea una cifra alejada de la realidad, exagerada, pero en vista de esta información -y de lo que más adelante comentaremos-, Tornavacas sí que se vio más afectada que otros municipios de nuestro entorno. Además de este dato, se decía que, en nuestro pueblo, la gripe estaba atacando "con más preferencia a las personas jóvenes" y que ya había fallecido una niña de siete años.
Los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1918 fueron los más devastadores de esta gripe a nivel general. Y, en el caso de Tornavacas, así se pone de relieve en las defunciones que se produjeron según las investigaciones que actualmente estamos desarrollando en los libros de finados del Archivo parroquial (que se darán a conocer en una próxima entrada). No todos los contagiados fallecieron, ni mucho menos, pero sí se observa un pico de mortalidad derivado de la gripe.
Tras estos duros meses de 1918, con la llegada de 1919, si bien se siguieron produciendo contagios y defunciones asociadas a la gripe, la pandemia fue remitiendo y perdió esa fuerza con la que azotó a muchos rincones del mundo. Haciendo un paralelismo con la actualidad, esperemos que el 2021 sea un renovado 1919.
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