En una de nuestras anteriores entradas ya hablamos de los orígenes de la actual N-110 (carretera de Plasencia a Soria), que es la principal vía de comunicación que vertebra de sur a norte, y viceversa, la comarca del Valle del Jerte. Esta carretera, conocida en sus orígenes como de Plasencia a El Barco de Ávila, ya que unía estos dos importantes núcleos de población, fue proyectada en 1877, quedando recogida dentro de la famosa Ley de carreteras publicada ese mismo año, y su construcción se extendió durante las siguientes décadas.
Esta nueva vía de comunicación venía a sustituir a un antiguo camino de herradura, que también unía Plasencia con las tierras abulenses, pero que ya no era apto para la circulación en varios de sus tramos ni siquiera para las caballerías, pues así se nos indica en una descripción del mismo que data de 1866, en la cual también se habla de que algunas de sus infraestructuras (puentes) se encontraban ya en mal estado. Era por tanto, totalmente necesaria la construcción de una nueva vía de comunicación, de mayor anchura -que permitiera el tránsito de carruajes- y con un firme estable y uniforme, que diera respuesta a las nuevas necesidades de aquel momento.
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Referencia al camino de herradura, existente en el valle antes de la construcción de la carretera, a su paso por el término de Tornavacas
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Las obras de los primeros tramos de la construcción de esta nueva y moderna carretera, los más cercanos a Plasencia, comenzaron a hacerse en la década de 1880 y a lo largo de las de 1890, 1900 y 1910, se fueron haciendo progresivamente los demás hasta, finalmente, llegar a El Barco de Ávila. Por ejemplo, tan solo por citar algunos datos concretos, aún en 1918 y 1919 se estaban gestionando los expedientes de expropiación de terrenos para el paso de esta carretera por los términos municipales de núcleos de población de la provincia de Ávila como, respectivamente, Casas del Puerto de Tornavacas [hoy Puerto Castilla] o Solana de Ávila. Por tanto, hasta ya entrada la década de 1920, esta carretera no estuvo del todo terminada en su trazado correspondiente a la provincia de Ávila.
De aquellos primeros tiempos de su construcción, aunque ya ha habido sustanciales modificaciones en gran parte de su trazado original -sobre todo en el tramo comprendido entre Plasencia y Jerte- y en su anchura, aún hoy quedan restos materiales y de ellos vamos a hablar en esta entrada.
En el Valle del Jerte, dos son los espacios más destacados en este sentido: el puente de Cabezuela del Valle y el término municipal de Tornavacas, especialmente en el tramo comprendido entre el pueblo y el Puerto del mismo nombre.
En el puente de Cabezuela, que fue una de las obras de ingeniería más destacadas de toda la carretera por las dimensiones del mismo, junto con los desmontes practicados en las faldas del Puerto de Tornavacas en nuestra vertiente -por la dificultad y el enorme desnivel existente en este espacio-, son bien visibles estos restos materiales de las obras realizadas en él tras la inmediata construcción del trazado de la carretera. Este puente, ya existente antes de la construcción de esta nueva carretera, -y mencionado en descripciones del siglo XIX como "un antiguo puente de piedra de un arco"- tuvo que ser remodelado, ampliadas sus dimensiones y reforzado en su base, tanto a un extremo como al otro, tal y como podemos observar en las siguientes fotografías. En los arranques del puente, cercanos al cauce del río, son visibles esos característicos bloques rectangulares de granito utilizados en la construcción de las obras relacionadas con esta carretera. Lo mismo ocurre en la zona del estribo en el lado por el que se accede al núcleo de población. También, se hizo un muro de sujeción del terreno de grandes dimensiones, tanto en altura como en anchura, que todavía es perfectamente visible en la vertiente norte del mismo.
Este puente, con siglos de Historia, quedará como una infraestructura secundaria cuando acaben las obras de realización del nuevo, situado más al sur, que actualmente se están desarrollando y cuya fecha prevista de finalización se estima ya para 2026.
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Detalle de los bloques de granito en uno de los arranques (bases)
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Detalle de los bloques de granito en uno de los estribos
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Detalle de uno de los muros de contención en uno de los laterales del puente. Vista desde el cauce del río. |
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Plano de 1901 de Cabezuela en donde aparece señalado el puente de piedra así como la casilla de peones camineros que ya estaba instalada en esta población. Las líneas rojas indican el trazado de la carretera en dirección hacia Jerte.
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Otro de los lugares en donde existen más restos materiales de aquella primitiva carretera, se corresponde con el término municipal de Tornavacas, especialmente en el tramo que va desde la localidad hasta el Puerto, el cual no ha sufrido modificación alguna en su trazado -aunque sí en su anchura- desde su construcción hace ya algo más de 110 años. Veamos algunos ejemplos.
Viniendo desde Jerte hacia Tornavacas, y ya situado, por escasos metros, en el término de este último pueblo, nos encontramos con el antiguo puente que vadeaba la Garganta Becedas. Reedificado durante las obras de realización de esta carretera (pues ya existía como puente de piedra en el siglo XIX) y objeto de sabotaje en los primeros compases de la Guerra Civil (julio de 1936), es una construcción ya casi invisible por el deterioro de la misma y por estar prácticamente cubierta por la vegetación del cauce de la Garganta.
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Restos del antiguo puente. Dos grandes rocas, situadas en el cauce de la Garganta, se utilizaron como machones para edificar el puente.
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Aún ser pueden observar, cerca del cauce de la Garganta, los característicos bloques rectangulares de granito que se utilizaron para reforzar la base y los laterales de este antiguo puente.
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Siguiendo en dirección hacia Tornavacas y antes de llegar al núcleo de población, unos metros antes de cruzar la carretera la Gargantilla o Arroyo de Calvarrasa, encontramos el primer muro con esos característicos bloques de granito rectangulares ya mencionados en el puente de Cabezuela, cuya función era -y sigue siendo- contener el terreno en un tramo con bastante desnivel.
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Muro a la altura de la entrada a Tornavacas por el conocido como camino del cementerio
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Otro muro muy similar a este anterior, está ya prácticamente a la salida del pueblo en dirección al Puerto, muy cerca del cauce de la Gargantilla del Cubo.
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Detalle del muro, por el que, en su parte superior, se dejó un caño de agua procedente de la gargantilla para regar algunas huertas de la zona de las viñillas
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Detalle del muro y firme de la actual N-110
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Pequeño puente, situado a escasos metros del anterior muro, por el que pasan las aguas de la Gargantilla del Cubo
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Y ya dejando atrás Tornavacas e iniciando la ascensión hacia el puerto, es cuando comenzamos a encontrar un mayor número de elementos materiales que se realizaron una vez finalizadas las obras del trazado de esta antigua carretera. Veamos también algunos ejemplos concretos.
Unos metros antes de llegar a la curva por la que, la carretera, cruza el Arroyo de Don Pedro, volvemos a encontrar un muro de similares características a los anteriormente descritos.
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Detalles del muro cercano a la curva por el que pasa el Arroyo de Don Pedro
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Y ya en plena ascensión del Puerto, que es de los pocos tramos de la carretera que no ha sufrido, en su trazado, modificación alguna desde su construcción, son varios los elementos materiales a destacar, y ellos se muestran en las siguientes fotografías.
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Muro de contención sobre el cual se encontraba la "casilla del caminero", hoy ya inexistente
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Muro de contención, también de piedra, situado ya en las cercanías del alto del Puerto |
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Similares a estos bloques de cemento y piedra, eran los "quitamiedos" que existían en gran parte del Puerto y que en la década de los 80 fueron sustituidos por los guardarraíles actuales
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En la realización de todas estas obras anteriormente mencionadas, en las que se utilizó muy poca maquinaria -simplemente, porque apenas había- y llevadas a cabo en gran parte en las décadas de 1900, 1910 y 1920, trabajaron paisanos de toda la comarca, de otras regiones de España e incluso hubo grupos de personas que vinieron desde Portugal. Para la construcción de todos estos muros mostrados, se aprovecharon las toneladas de piedra que hubo que mover para la construcción de dicha carretera así como piedra también procedente de pequeñas canteras locales (como los "Sillares", de Tornavacas).
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Desmonte practicado en el Puerto de Tornavacas en la curva conocida como "Curva grande" |
Una vez se fue construyendo la carretera que conectó la ciudad de Plasencia con el núcleo de El Barco de Ávila así como realizando las obras relacionadas con la misma (muros de contención, puentes...), comenzaron a establecerse a lo largo de ella las conocidas como las "casillas de camineros", aprovechando edificaciones que ya eran utilizadas para auxiliar a los viajeros a su paso -pues la carretera coincidía, en algunos tramos, con el trazado del antiguo camino de herradura existente antes de su construcción- o construyendo, ex profeso, unas nuevas. Estas "casillas de camineros", que fueron habituales en las carreteras de España durante los siglos XIX y XX, tenían la función de supervisar el estado de la carretera, arreglar cualquier desperfecto que se produjera en ella y auxiliar a los viajeros. Por su interés, en una de de las próximas entradas, hablaremos de las construcciones de este tipo que existieron en nuestra comarca.
Para finalizar esta nueva entrada, señalar que esta carretera, además, a lo largo de sus ya más cien años de historia, ha conocido importantes modificaciones hasta llegar a su estado actual. Por ello, cerramos estas líneas con algunas imágenes para el recuerdo de cómo era la anchura y el aspecto de la actual N-110 a su paso por el Valle del Jerte, en varios momentos del pasado siglo XX.
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Puerto de Tornavacas. Cercanías del Hostal Restaurante Puerto de Tornavacas. Finales de 1960-principios de 1970. Imagen extraída del grupo público de Facebook TORNAVACAS
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Comparativa del trazado actual de la carretera (2024) con una planimetría de 1897. Como vemos, el trazado que existe hoy entre el Hostal y el Puerto de Tornavacas, no ha sufrido ninguna modificación en su trazado, siendo el mismo que el proyectado originalmente a finales del siglo XIX.
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