jueves, 13 de febrero de 2025

EL PUENTE DE CABEZUELA DEL VALLE: LA OBRA DE INGENIERÍA MÁS IMPORTANTE DE LA CARRETERA DE PLASENCIA A EL BARCO DE ÁVILA A SU PASO POR EL VALLE DEL JERTE

    En entradas anteriores ya dedicamos unas líneas al puente que, sobre el río Jerte, existe en Cabezuela del Valle, pues es uno de los elementos materiales más singulares que actualmente se conservan de la construcción, a su paso por el Valle del Jerte, de la que, en su origen, era conocida como la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila (actual N-110). Este puente, por sus características y dimensiones, fue una de las obras de ingeniería más importantes de dicha carretera, primera vía de comunicación moderna que se construyó en nuestra comarca a lo largo de las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX y a la que ya, en meses anteriores, hemos dedicado también un par de entradas en este blog (Los inicios de la construcción de la carretera de Plasencia a Barco de Ávila -actual Nacional-110- a su paso por el Valle del Jerte y Un paseo por los orígenes de la N-110 a su paso por el Valle del Jerte (I): algunos restos materiales de la antigua carretera de Plasencia a El Barco de Ávila).

    Este puente, que hoy, diariamente, soporta el tráfico de centenares de vehículos y de viandantes y que así seguirá siendo hasta la terminación del nuevo que le sustituirá como puente principal y que estará operativo en 2026, bien merece que le dediquemos una entrada en exclusiva por varios motivos: por su valor histórico, por la importante obra de ingeniería que representa y por el emblema que ya es para el Valle y, en especial, para los habitantes de Cabezuela.

    Y es que, este puente tiene tras de sí una curiosa e interesante Historia que se remonta a varios siglos atrás. El que actualmente conocemos, como a continuación detallaremos, adquirió su aspecto actual en los inicios de la década de 1910, que es cuando fue finalizada su construcción, pero en siglos anteriores también existió en ese mismo lugar un puente que era utilizado para cruzar, de un lado a otro, el río Jerte. Veamos algunos datos curiosos que así lo demuestran. Aunque algunas informaciones no contrastadas indican que este puente puede tener un posible origen romano, ya sí está documentada la existencia de un puente en este lugar en la Edad Media, que servía para cruzar el río a viandantes, arrieros, caballerías, trajinantes y al ganado, el cual debía de pagar una tasa ("pontazgo") por pasar por él. Esta misma función tendría también durante los siglos de la Edad Moderna. Y es a finales de esta época, es decir, del siglo XVIII, cuando ya tenemos las primeras referencias sólidas a este puente. Ellas aparecen en la documentación relacionada con el proyecto del Diccionario Geográfico de España impulsado por el geógrafo Tomás López en las últimas décadas del siglo XVIII. Más concretamente, en un mapa de 1797 asociado a este proyecto, ya observamos que se refleja un paso que cruza el río Jerte muy cerca del núcleo de población de Cabezuela que, indudablemente, se trata de este puente.

Detalle del mapa geográfico del Obispado de Plasencia elaborado por Tomás López (1797). Aparte de la referencia al nombre de las poblaciones, señalamos, con el círculo verde, dicho paso sobre el río Jerte Biblioteca Nacional de España

    Ya en el siglo XIX empezamos a tener un mayor número de informaciones sobre este puente, pues aparece referenciado en varios diccionarios escritos durante este siglo así como en una importante obra de 1866 que detallaremos a continuación. En cuanto a las referencias que encontramos en los diccionarios mencionados, hay que destacar las siguientes. En el Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal, de Sebastián Miñano y publicado en 1826, se dice: 

"Hay un Cabezuela un bonito puente de un solo arco unido por la orilla izquierda con las mismas casas; y por la derecha con una devota capillita de Cristo Crucificado, formada sobre la misma cabeza del puente en la orilla derecha"

    Por otra parte, en el ya imprescindible Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz (Tomo V, 1849), en la entrada relativa a Cabezuela se nos dice:

"Le baña de N. a S. el r. Jerte que pasa inmediato a sus casas, en cuyo punto tiene un buen puente de piedra de un solo arco muy elevado"

    Por lo que respecta a la obra de 1866 ya citada, titulada Itinerario descriptivo militar de España, la cual es imprescindible para conocer el estado de muchos caminos que existían en España, la información que en ella viene (en su Tomo V), es muy interesante para conocer el itinerario del camino, así como el estado en el que este se encontraba, que conectaba Plasencia con El Barco de Ávila y que transcurría por nuestro valle. En la descripción de este camino, además de hacerse referencia a los puentes, arroyos y lugares destacados por los que transitaba, aparece una nueva referencia al puente de Cabezuela, señalándose de él lo siguiente:

"A la salida de Cabezuela se pasa el Jerte por un antiguo puente de piedra de un arco"

Extracto de la obra de 1866 en donde, al describir el camino de Plasencia al Barco de Ávila, se hace referencia al puente de piedra de Cabezuela

    Pero es en las últimas décadas del siglo XIX cuando arranca la Historia del puente tal y como nosotros actualmente lo conocemos. Como también dejamos escrito ya en otra de nuestras anteriores entradas, en 1877 se promulgó la conocida como Ley de carreteras en la que ya aparecía proyectada la carretera de "Plasencia al Barco de Ávila (Ávila) por Navaconcejo, Cabezuela y Puerto de Tornavacas", cuya construcción se realizó, por secciones o "trozos", a lo largo de las siguientes décadas (entre la de 1880 y 1910). En la Historia de esta carretera, capítulo aparte merece el proyecto de reforma y ensanche del puente viejo de Cabezuela. Ya a la altura de 1900, cuando estaba prácticamente terminado el tramo de carretera entre Plasencia y Cabezuela, fue cuando se comenzaron a preparar las obras de reforma y ensanche del puente de piedra.

    Gracias a la documentación hallada en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares, Madrid), sabemos mucho más de lo que sabíamos hasta ahora sobre la construcción del puente, pues allí se conservan los expedientes relativos a la construcción de todos los tramos de la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila así como de las obras auxiliares (alcantarillas, muros, puentes...) que debieron hacerse. Por su interés, y por el valor que tienen para conocer con más profundidad el proyecto del nuevo puente, en los párrafos siguientes nos vamos a detener en algunos de estos documentos.

    Volviendo a nuestra narración, como decíamos, a la altura del año 1900 ya estaba construido, casi en su totalidad, el tramo de la carretera que discurría entre Plasencia y Cabezuela. Y ya en 1901 se ofertaba en prensa uno de los primeros servicios de transporte regular que conectaban ambas localidades por la nueva carretera: el coche correo diario movido por tracción animal, servicio del que ya escribimos unas líneas que pueden leerse en este enlace.

Detalle de un plano de Cabezuela del año de 1901. En él se observa el casco urbano de la localidad, la ya recién construida carretera, la casilla del peón caminero, la referencia a la ubicación original de la ermita del Cristo y la referencia al puente de piedra. Fuente: Centro de Descargas del Instituto Geográfico Nacional

Coche correo diario de Plasencia a Cabezuela, y viceversa, movido por tracción animal. Anuncio de 1901.

    Llegando ya la carretera hasta Cabezuela, fue cuando se empezó a tratar la obra de reforma y ensanche del puente, una obra totalmente necesaria para hacer apta esta infraestructura para las nuevas necesidades que no tardarían en llegar, pues esta carretera ya se concibió para que, en un futuro no muy lejano, por ella pudieran circular también los primeros automóviles, aparte de los carruajes y caballerías que eran -y siguieron siendo- los medios de transporte más habituales en nuestra zona a finales del siglo XIX y durante, al menos, las tres primeras décadas del siglo XX, momento a partir del cual ya comenzaron a circular tímidamente por nuestra carretera los vehículos a motor.

    Por las características y singularidad de las obras en dicho puente, se redactó un proyecto aparte para la ejecución de las mismas. Este proceso comenzó en los primeros años de la década de 1900 con la redacción y aprobación de los primeros proyectos de obras, las cuales se alargarían hasta 1910, que es cuando se culminó la estructura del nuevo puente. Por su interés, adjuntamos algunos de los planos que sirvieron para la construcción del mismo así como algunos detalles de la parte inferior del puente, que también quedaron reflejados en dichos planos.

Expediente de valoración definitiva y liquidación final del ensanche del puente de Cabezuela (1915), que es donde se insertan los planos del puente, que se muestran a continuación, construido en los años anteriores

Plano del puente del "frente de aguas arriba"  

Plano de los estribos y de los arranques de la bóveda

Anchura del puente. 6 metros y 3 centímetros entre la calzada y los andenes volados. La anchura de la calzada era de 4 metros y 40 centímetros 
 
 

Detalle de la barandilla y de los bolardos colocados en los extremos del puente. Las barandillas se instalaron como medida de seguridad para los vehículos, las personas y las reses mayores, pues "por el puente pasa el cordel de ganados".
 
    Con la estructura del puente ya finalizada, en julio de 1910 se realizaron las pruebas de carga de los andenes volados, a modo de pasos peatonales, que se construyeron con hormigón armado a la vez que se realizaba el ensanche del puente. Dichas pruebas, para comprobar la resistencia de los mismos, consistieron en la carga de 400 kilos de tierra por metro cuadrado que permanecieron allí -entre las barandillas y sacos de tierra a ras de la calzada-, tal y como se indica en el croquis que a continuación se muestra, por un tiempo de 24 horas.
 
Informe de las pruebas de carga de los andenes volados realizadas en julio de 1910

    Como vimos y ya analizamos en nuestra anterior entrada, en la actualidad aún siguen siendo bien visibles los restos materiales originales de aquel puente construido a principios del siglo XX. En su proceso de construcción y ensanche, también es de interés destacar que se aprovecharon los materiales existentes del puente viejo de piedra (su enlosado, la sillería del petril y la mampostería de los tímpanos) y se introdujeron nuevos como el hierro, el mortero, el hormigón hidráulico o el hormigón armado, que sirvieron para reforzarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos. Además, se aprovecharon parte de los grandes bloques graníticos de los alrededores ("canchales") para extraer de ellos -a base de barrenos y picos- bloques rectangulares de piedra, que son también visibles en la base del puente así como en los muros construidos en sus laterales.

Informe de 1915 en donde se especifican los materiales y técnicas empleados en las obras de reforma y ensanche del puente

Detalle de los elementos constructivos del puente desde el cauce del río (muro de bloques de granito y andenes volados)

Detalle de los bloques de granito en uno de los arranques (bases)

 
Detalle de uno de los muros de contención en uno de los laterales del puente. Vista desde el cauce del río.

    Para ir finalizando, también mencionar que la ejecución de las obras de la carretera en las proximidades del puente conllevó alterar las construcciones que existían allí hasta entonces: en la margen derecha del río, la que está dentro del casco urbano, se tuvieron que expropiar y derribar algunas viviendas para ejecutar el trazado de la vía -cuestión que llevó años-. Y en la margen izquierda, dirección hacia Jerte, se tuvo que trasladar la ermita del Cristo, desplazándola unos metros más al norte, que es donde se ubica en la actualidad.

Vista de la carretera a su paso por Cabezuela y puente de la misma localidad. Primeros años de la década de 1950. Fuente: fotografías del Valle del Jerte existentes en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres

    El puente de Cabezuela, emblema del municipio y, por extensión, de la comarca del Valle, pronto dejará de tener la función de puente principal que ha tenido durante siglos. Esperemos que el menor volumen de tráfico que soportará cuando comience a utilizarse el nuevo, redunde en su mejor conservación. Como una infraestructura singular que es, a todos nos corresponde apreciar y poner en valor este puente, pues motivos para ello tiene: por su indudable valor histórico y por ser el de mayor envergadura que existe en toda la comarca que cruza, de un lado a otro, el río Jerte.

Recreación virtual del aspecto que tendrá el nuevo puente que ya está en construcción. Adiante Infraestructuras, empresa adjudicataria de la obra.