sábado, 6 de abril de 2024

HISTORIAS DE TORNAVACAS (XII): EL PUENTE ANTIGUO DE LA GARGANTA BECEDAS

    Hay construcciones o monumentos que, desgraciadamente, bien por el desuso o por el inevitable paso del tiempo, están casi en el olvido. Una de ellas es el antiguo puente que servía para cruzar, de un lado a otro, la Garganta Becedas, situado muy cerca de lo que actualmente es el límite entre los términos municipales de Tornavacas y Jerte.

    Se trata de una obra de ingeniería verdaderamente interesante. En su construcción se utilizaron como machones (o estribos) dos rocas de grandes dimensiones existentes en el cauce de dicha garganta. Su base fue reforzada cuando, allá por los primeros años de 1900, se construyó el tramo correspondiente de la carretera de Plasencia a El Barco de Ávila (actual N-110), pues así lo indican los grandes bloques rectangulares de granito visibles en la parte más baja de uno de los machones, cercana al cauce de la garganta, y que también se utilizaron en otras construcciones realizadas a principios del siglo XX asociadas a dicha carretera (muros del Puerto de Tornavacas, del puente de Cabezuela del Valle...)

Los machones del puente se apoyaron sobre las dos grandes rocas visibles, a derecha e izquierda, en la fotografía. En el medio, en el cauce de la garganta, uno de los machones ya desprendido

    Como suceso relacionado con dicho puente y que está aún bastante presente en el imaginario colectivo de los tornavaqueños, el 20 de julio de 1936, tan solo dos días después de iniciarse la Guerra Civil, este puente fue objeto de una acción de sabotaje por parte de militantes de izquierda de Tornavacas con la finalidad de impedir el paso de las tropas "nacionales" o franquistas que se dirigían desde Plasencia hacia Ávila para controlar las poblaciones de la zona a su paso. Inicialmente, el plan era volarlo por completo para evitar el tránsito de estas, pero finalmente lo que se hizo fue arrojar a la garganta algunos de sus elementos (barandillas, piedras, tablas de madera y otros de su superficie...) que impidieron, aunque por tan solo unas horas, el paso de vehículos y carruajes movidos por animales. Los tornavaqueños que inutilizaron el puente fueron arrestados, enviados presos a Plasencia y algunos de ellos no salieron de la cárcel con vida, algo de lo que nos ocuparemos, con toda la documentación que ya tenemos en nuestro haber, en entradas siguientes.

 En ambas fotografías se observa uno de los machones (el que está en dirección viniendo desde Jerte hacia Tornavacas), que aún sigue en pie sobre la roca, y el arranque del puente

    Algunos años después, este antiguo puente quedó inutilizado, al construirse uno nuevo, con algo más de anchura, que es por donde ha pasado el tráfico de la actual N-110 hasta la construcción de otro más nuevo hace poco más de una década.

    Transcurrido ya cerca de un siglo de aquel suceso ocurrido en la Guerra Civil, uno de los machones, desde hace años, se encuentra desprendido de una de las rocas, a causa de las frecuentes crecidas de la garganta, y caído en medio del cauce de la misma. Y, a lo que queda de aquel viejo puente que sirvió de tránsito a viajantes, a carruajes y a los primeros (pocos) automóviles que circularon por aquella carretera, solamente le acompaña el arrullar incesante de las aguas de la garganta y lo recuerda el nombre del paraje que se sitúa a sus alrededores.

Referencia al paraje del Puente Becedas durante los tiempos de la II República (1933). Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 25/03/1933

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